En este momento el 70% de los municipios de Santander están generando contaminación a los afluentes hídricos de la región porque no tienen plantas de tratamiento de aguas residuales y las pocas que hay no funcionan al 100%.
En medio de la Primera Cumbre Regional por el Agua que se realizó en Santander y donde ambientalistas exigieron agua potable para municipios que aún no tienen agua permanente, se reveló que 48 municipios de la región no tienen plantas para tratar sus aguas sucias, es decir que terminan vertiendo contaminantes a los ríos.
“De los 87 municipios que hay en Santander, 48 no tienen Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales, Petar, y 19 las tienen y varias tienen problemas, o sea que el 70% de los municipios vierten sus aguas negras a los diferentes caudales de los ríos y quebradas y eso hay que solucionarlo con urgencia, si nosotros logramos hacer eso vamos a tener un impacto en la calidad del agua para todo el departamento”, explicó Juvenal Díaz, gobernador de Santander.
Por su parte el alcalde de Bucaramanga Jaime Andrés Beltrán explicó que Bucaramanga no tiene una planta de tratamiento de aguas residuales y eso termina contaminando el río de Oro, razón por la cual, se debería pensar en plantas por zonas para solucionar ese problema.
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“Hay dos temas cruciales que quiero plantear, uno, es tenemos que sacar el concepto de la Petar, de las peleas políticas o pujas de intereses, si no somos capaces de resolver en este cuatrienio el problema de la Petar para Bucaramanga tendríamos que empezar a hablar de Petares por zonas que resuelvan el problema de la contaminación del agua hacia el río de oro”, dijo Beltrán.
Las declaraciones del Gobernador de Santander y del alcalde de Bucaramanga se dieron en la realización de la Primera Cumbre por Agua que se realizó en la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga ubicada en Floridablanca, escenario en el que participaron más de 300 personas.
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Cuando el gobernador comenzaba su discurso de apertura del evento en la Universidad Pontificia Bolivariana donde asistían delegados del ministerio de Ambiente, académicos y expertos, un grupo de ambientalistas comenzaron a gritar y lanzar arengas contra el mandatario pidiendo agua potable para sus municipios.