La Autoridad Nacional de Pesca solicitó a los pescadores del río Magdalena que respeten las tallas mínimas permitidas en la captura de peces, debido a los bajos niveles de agua en el afluente. Esta medida, aseguran, es crucial para no afectar el período reproductivo de las especies.
Las autoridades ambientales en Santander instan a los pescadores de la región a evitar la captura, almacenamiento y comercialización de peces, ya que actualmente solo se encuentran ejemplares pequeños, no aptos para la venta.
Karen Mejía, directora nacional de Acuicultura y Pesca, enfatizó que el bagre rayado, uno de los peces más capturados, está escaso en la zona, donde el caudal del río ha descendido a solo 1.28 metros, creando islas de tierra.
El bagre es una fuente fundamental de ingresos para aproximadamente 44,000 pescadores del Magdalena Medio. Por esta razón, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, subraya la importancia de cumplir con las regulaciones, dado el estado crítico de la especie por la alteración de su hábitat y la presión pesquera.
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Las vedas, establecidas en 1996, tienen como objetivo proteger los períodos de migración y reproducción de los machos y hembras de esta especie, que se desplazan hacia ciénagas, lagunas y áreas con abundante oferta natural de alimento. Por lo tanto, se prohíbe la pesca hasta el 15 de octubre, como parte de estas medidas de conservación.