La extraña muerte del estudiante de derecho Oscar Ignacio Torres, de 39 años, quien trabajaba en el Palacio de Justicia de Bucaramanga ya fue esclarecida por las autoridades que confirmaron que no se trató de un homicidio sino de un suicidio.
“El caso de este ciudadano que trabajaba en la rama judicial no fue un homicidio, fue un suicidio que ocurrió alrededor de la Terminal de Transportes donde este ciudadano se quitó la vida”, confirmó el coronel Yesid Bello, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
La muerte del trabajador de la rama judicial y quien era estudiante de derecho causó conmoción pues fue hallado en una zona boscosa en el sur del área metropolitana con una bolsa en la cabeza.
El caso ocurrió a mediados de febrero, en ese momento las autoridades señalaron que el juzgado donde trabajaba Óscar Ignacio Torres le informó a la familia del estudiante que había dejado su bolso en la oficina. En ese momento comenzaron las dudas sobre su paradero y de forma inmediata reportaron su desaparición.
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En el transcurso de las horas, se conoció que un taxista le informó a la Policía que era sospechosa una motocicleta que estaba abandonada sobre la vía a la Terminal de Transporte de Bucaramanga.
Al lugar llegaron agentes de la Policía Nacional y encontraron una motocicleta AKT CR4 de placa VHT-48E, color blanco con negro. Al contactar a su familia confirmaron que era la moto de Óscar Ignacio Torres. Tras inspeccionar el sitio fue hallado un cadáver.
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“Se encuentra una persona de sexo masculino, vestía pantalón jean de color azul, camisa manga larga y zapatos de color negro. Al cual le observan una bolsa plástica en su cabeza y un lazo y unos cordones de zapato alrededor de su cuello, así mismo se encuentran pertenencias de la víctima como billetera, celular y casco”, indicaron las autoridades de la capital santandereana.
Se conoció que Óscar Ignacio Torres pretendía casarse en próximos meses.