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En medio de un profundo dolor y una multitudinaria despedida, el municipio de El Carmen de Chucurí despidió al patrullero de la Policía Jeyson Jair Parra Vera, de 21 años, asesinado en el departamento de Chocó en un ataque atribuido a la guerrilla del ELN.
El joven, oriundo de la vereda Cirales, fue víctima de un francotirador mientras cumplía con su labor de vigilancia en el municipio de Río Iró, Chocó. El hecho ocurrió el pasado sábado 25 de enero, justo cuando en el palacio municipal se realizaba un consejo de seguridad debido a la instalación de una bandera alusiva al grupo ilegal y un dispositivo que emitía mensajes propagandísticos del ELN.
Wilber Antonio Sánchez Mosquera, alcalde de Río Iró, relató cómo se desarrollaron los hechos: “Mientras estábamos en la reunión, los policías que me acompañaban salieron corriendo al escuchar un disparo. Comenzaron a disparar y luego sacaron al muchacho que perdió la vida. Ellos estaban inspeccionando la zona cuando lamentablemente recibió el impacto”.
Se realiza el sepelio del patrullero de la Policía Jeyson Jair Parra Vera, en el Carmen de Chucurí, Santander. El uniformado fue asesinado por un francotirador del ELN cuando retiraba una bandera del grupo guerrillero en Chocó #VocesySonidos pic.twitter.com/E1eZEAkNXR
— Blu Santanderes (@BLUSantanderes) January 27, 2025
La tragedia ha dejado una huella imborrable en El Carmen de Chucurí, donde amigos, familiares y vecinos se reunieron para rendir homenaje al patrullero. En un comunicado, la Alcaldía del municipio expresó sus condolencias y lamentó la pérdida de un joven lleno de sueños.
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William Tello Sierra, alcalde de la localidad, destacó la vocación de servicio de Parra Vera y su ilusión por salir adelante: “Son personas de campo que buscan un mejor futuro, pero esta guerra sin sentido les arrebata sus metas. Es doloroso ver cómo se pierden vidas jóvenes en un conflicto sin horizonte”.
El hermano del patrullero, Fabián Sanabria Vera, expresó en redes sociales su admiración por Jeyson Jair, a pesar de ser el menor de los dos: “Aprendí de él. Era un gran hombre con sueños y muchas expectativas para Colombia y su municipio. Era un gran ser humano”.
El sepelio del patrullero se llevó a cabo entre lágrimas, oraciones y un clamor generalizado por la paz. “No queremos más jóvenes enterrados por una guerra que solo deja familias destrozadas y comunidades sumidas en el dolor”, afirmó un asistente al funeral.
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