Lluvias en Santander alivian crisis hídrica y mejoran caudal de los ríos

Las recientes lluvias en el departamento de Santander han sido un alivio para varios municipios que enfrentaban una fuerte crisis de desabastecimiento de agua debido a la intensa temporada de sequía, que venía afectando a varios municipios.

Imagen suministrada por los organismos de Gestión del Riesgo de Santander

De acuerdo con Eduard Sánchez, director de la Oficina de Gestión del Riesgo, aunque las lluvias han sido moderadas, han favorecido el incremento del caudal de ríos que estaban en niveles críticos. “Los ríos que estaban por debajo de la cota de inundación han aumentado su caudal, por ejemplo, el río Magdalena ha alcanzado una navegabilidad aceptable con 2.5 metros de profundidad, lo que representa la mitad de su capacidad, de igual manera, los ríos Carare, Lebrija y Opón han presentado mejoría en sus niveles”, explicó el funcionario.

En municipios como Los Santos, Puerto Wilches, Aratoca, Barichara y Villanueva, las lluvias han permitido que los sistemas de abastecimiento de agua comiencen a normalizarse, mitigando la difícil situación que atravesaban los habitantes, así como la fauna y flora del departamento debido a la sequía.

Uno de los principales focos de preocupación de las autoridades era la alarmante disminución del caudal en los ríos Chicamocha y Sogamoso, que afectaba a comunidades como Los Santos, donde los animales habían muerto por falta de agua. No obstante, con las lluvias recientes, ambos afluentes han incrementado sus niveles, lo que es una noticia positiva para la región.

A pesar de esta mejoría, Sánchez advirtió que el departamento aún se encuentra en un período de neutralidad climática, pero los pronósticos del Ideam indican que se avecina una temporada de lluvias intensas, por lo que se recomienda a la ciudadanía mantenerse informada y tomar precauciones ante posibles cambios en las condiciones meteorológicas.

De igual manera, invitó a la prevención en estas zonas donde el agua siempre ha sido escasa y a mantener tanques llenos, en especial para los animales, así como mantener constante comunicación con los organismos de Gestión del Riesgo.