Dos presuntos integrantes de grupos armados ilegales se desmovilizaron
voluntariamente ante las tropas del Ejército Nacional en el departamento de Santander.
Según el coronel Oswaldo Alexander Forero, comandante de la Quinta Brigada, los excombatientes decidieron entregarse tras presenciar a varios de sus compañeros heridos en constantes enfrentamientos, algunos de los cuales no lograban sobrevivir.
"Delinquían en el área del Magdalena Medio
y el sur de Bolívar, desarrollaban labores de intimidación en estas zonas a comerciantes y ganaderos", dijo el oficial.
Los desmovilizados aseguraron que ingresaron a estos grupos por intermediación de conocidos y motivados por la necesidad económica, esperando recibir un pago que nunca llegó.
Durante meses, la única realidad a la que se enfrentaron fue la muerte y el peligro constante.
El desmovilizado del ELN
formó parte del frente de guerra Darío Ramírez Castro durante más de un año, donde desempeñaba labores de inteligencia criminal en la región.
"Eso ya no es vida, tuve muchas humillaciones, vi muchos compañeros morir, yo quiero una mejor vida", manifestó el desmovilizado.
Por su parte, el integrante del Clan del Golfo
había estado en la organización por más de año y medio ocupando cargos de relevancia dentro de la estructura armada ilegal.
"No podía estar tranquilo, muchos enfrentamientos, compañeros heridos, pisaban minas y si cometían un error, así fuera pequeño, los fusilaban", aseguró.
Ambos iniciarán un proceso de reintegración a la vida civil, buscando aportar a la seguridad, reparar el daño a la sociedad y las familias y comenzar un nuevo proyecto de vida desde la legalidad.
"La desmovilización de estos hombres representa un paso más en la lucha contra la criminalidad en el sur de Bolívar y evidencia el compromiso de las para promover la paz y la legalidad en la región", señaló Forero.