En un caso que ha conmocionado a la sociedad santandereana, la exrectora Lucila Inés Gutiérrez de Moreno y un particular identificado como José William Parra Arroyave fueron condenados por facilitar actos violentos y desproporcionados contra menores ante el frente Comunero Cacique Guanentá de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
La Fiscalía General de la Nación presentó pruebas contundentes que demostraron su complicidad en la prostitución de estudiantes entre los años 2001 y 2003.
Según el fiscal de la Dirección Especializada contra la Corrupción, Gutiérrez de Moreno permitió que algunas de sus estudiantes fueran abusadas sexualmente de manera sistemática por los cabecillas de la estructura paramilitar.
La exrectora, en una grotesca serie de eventos, presentaba y ofrecía a las jóvenes en bazares, reinados de belleza y otras celebraciones. Además, prestó la oficina de la rectoría de la institución educativa para que se ejecutaran estos abusos, que dejaron al menos dos víctimas identificadas durante el proceso.
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Como resultado de sus acciones, Lucila Inés Gutiérrez de Moreno fue condenada por un juez penal especializado de Bucaramanga (Santander) a 20 años y 9 meses de prisión por los delitos de secuestro simple agravado, acceso carnal violento en persona protegida, esclavitud sexual y desplazamiento forzado. La sentencia incluyó la captura inmediata de la exrectora para cumplir su pena en un establecimiento carcelario.
Los testimonios recibidos por la Fiscalía revelan que algunos de los menores reclutados de manera forzada fueron utilizados como "niños de compañía" por dos comandantes paramilitares identificados como Pedro Antonio Ronderos Lizarazo, alias ‘Silvestre’, y José William Parra Arroyave, alias ‘Chuster’ o ‘Diego Armando’.
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Estos individuos obligaban a los menores a que los acompañaran en todo momento, abusando de ellos ya sea embriagándolos o mediante amenazas de muerte. Alias ‘Silvestre’ fue acusado por la Fiscalía de cometer esta práctica con varios menores, uno de ellos siendo Luis Alberto.
En el curso del proceso fueron identificadas por lo menos dos víctimas que permanecieron encerradas y soportaron durante prolongados períodos los benjamines de los jefes paramilitares.
En estos eventos, la organización armada, comandada en la región por Rodrigo Pérez Álzate (alias Julián Bolívar), Iván Roberto Duque Gaviria (alias Ernesto Báez), y el comandante general del Frente José Danilo Moreno Camelo (alias Alfonso), seleccionaba a las menores víctimas de abuso sexual.
Esto dijo la Fiscalía:
Por otra parte, la Fiscalía estableció que José William Parra Arroyave, como auxiliador y orientador político del frente Cacique Guanentá, auspició el reclutamiento forzoso de menores de edad. Las evidencias dan cuenta de que engañó a 23 adolescentes y los entregó al grupo armado ilegal. Uno de estos jóvenes fue víctima de abusos sexuales múltiples por parte de los cabecillas paramilitares.
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José William Parra Arroyave fue condenado a 24 años y 2 meses de prisión por los delitos de entrenamiento para actividades ilícitas, acceso carnal violento en persona protegida y reclutamiento forzado. La actividad investigativa que llevó a estas dos sentencias de primera instancia se llevó a cabo en atención a los parámetros definidos en la Ley 600 de 2000, el anterior Sistema Penal colombiano.