Las bajas temperaturas que se registran en el corregimiento de Berlín, municipio de Tona, en Santander, afectan considerablemente la producción de papa y cebolla junca. Según Fabio Díaz, habitante de la zona, “las heladas nos están afectando… acá es normal que caiga hielo, pero estas noches ha sido duro porque son las siete u ocho de la mañana y hasta las mangueras siguen congeladas”.
De acuerdo con el reporte de los productores de la zona, se saca en promedio unas 700 toneladas diarias de cebolla y en este momento esa producción se está viendo afectada. “Producimos cebolla para la Costa, Cúcuta, para Neiva, Huila, entonces estamos en una situación crítica. El pastico para las vacas se acabó, se heló, y nos toca esperar que el sol abrigue las mangueras para que baje agüita porque todo se congela”, dijo.
Pero la situación no solo perjudica a los campesinos de la región, las ciudades también se verán afectadas porque el precio de la cebolla y la papa subirá considerablemente debido a la escasez que se prevé para los próximos meses.
“Las heladas que se presentan siempre en los meses de diciembre, enero y febrero, dejan pérdidas que van desde $60 millones hasta $100 millones, no solo en Santurbán sino en todos los páramos del país donde suele caer hielo en esta época”, aseguró Pablo Anaya, otro de los agricultores del corregimiento de Berlín.
La difícil situación climática también ha afectado a los habitantes de los municipios de Silos y Mutiscua, en Norte de Santander, donde se reportan pérdidas por el fenómeno natural, especialmente en los cultivos de fresa.
Los campesinos de Santander afectados con las heladas esperan que el alcalde del municipio de Tona gestione ante el Gobierno Nacional los recursos necesarios para superar las pérdidas, recuperar las tierras y así volver a cultivar.
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