El futuro de Metrolínea sigue en el limbo. Aunque los alcaldes de Bucaramanga, Floridablanca y Piedecuesta votaron a favor de su liquidación, el Ministerio de Transporte, que representa al Gobierno nacional y tiene el 70 % de la votación en la junta directiva, se opuso a esta decisión, lo que impidió el cierre del sistema de transporte masivo.
La decisión fue duramente cuestionada por el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, quien señaló que la capital santandereana lleva más de un año asumiendo los costos operativos del sistema sin el respaldo de los demás municipios del área metropolitana.
“Nos quedamos literalmente solos respondiendo y atendiendo para que Metrolínea pueda funcionar y el operador pudiera responder, pero la Alcaldía de Bucaramanga no tiene cómo seguir respondiendo sola ante este hecho”, afirmó el mandatario local
Durante la reunión de junta directiva, que se extendió por unos 40 minutos, el Gobierno nacional a través del Ministerio de Transporte y el Ministerio de Hacienda rechazó la propuesta de liquidación.
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Esta postura fue oficializada en un comunicado emitido por la Alcaldía de Bucaramanga, en el que se denunció un presunto “abuso de las mayorías” por parte de la Nación.
Según la administración municipal, con las facultades otorgadas por el Concejo, se habían adelantado todas las gestiones para avanzar en la liquidación de Metrolínea y buscar una reestructuración viable del sistema.
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No obstante, estas acciones fueron bloqueadas pese a que, según argumentan, existe una causal legal para su disolución bajo la figura de “no cumplimiento de hipótesis de negocio en marcha”, contemplada en la Ley 2069 de 2020.
Frente a este panorama, la Alcaldía anunció que evalúa emprender acciones judiciales para insistir en la liquidación del ente gestor.
Ahora el reto es la financiación del sistema dado que e
ntre enero y marzo de 2025, Metrolínea acumuló una deuda cercana a los $4.500 millones por concepto de operación, cifra que cada día va en aumento y pone en duda la sostenibilidad del sistema.
El alcalde Beltrán fue enfático en señalar su preocupación por la falta de claridad sobre quién asumirá ahora los recursos para garantizar la continuidad del servicio: “Se debe encontrar un mecanismo de financiación, porque necesitamos un sistema de transporte masivo que realmente funcione y tenga cierre financiero”, aseguró.