Familia de presunto ladrón, abatido por policía en Bucaramanga, anuncia demanda por $5.000 millones

La muerte de Anderson Donaldo Rangel Capacho, un mototaxista de 37 años de edad, ha generado un debate en Bucaramanga, luego de que falleciera tras recibir un disparo durante una persecución policial el pasado martes 13 de febrero en el norte de la ciudad.

Lizeth Milena Aguilar Soto, esposa del hombre, acudió al Instituto de Medicina Legal de Bucaramanga con una copia de los antecedentes policiales de su esposo, afirmando que este no tenía vínculos con actividades delictivas.

Según la versión policial, Rangel Capacho estaba implicado en el hurto de un celular y habría intentado evadir la persecución, resultando en un enfrentamiento con las autoridades que terminó con su vida.

"Fue vilmente asesinado y quedé viuda con mis tres hijos. No era ningún delincuente como las autoridades lo quieren ver. Tengo los antecedentes penales, no le debe nada a la justicia. Nunca ha tenido problemas con la ley, necesito que se esclarezcan los hechos", expresó Aguilar Soto, visiblemente afectada por la pérdida de su pareja.

La familia del presunto delincuente insiste en su inocencia, alegando que este se dedicaba al oficio de mototaxista y que tenía un taller de montallantas en la ciudad, el cual tuvieron que entregar debido a dificultades económicas.

Flor Alba Cely de Vera, abogada penalista que representa a la familia, ha calificado la muerte de Rangel Capacho como un "error extrajudicial", argumentando que este era un trabajador informal y que la acción policial fue desproporcionada.

"Cuando vio la operación candado, como es informal, se fue en contravía y de inmediato el policía le disparó. Fue un solo tiro con el que se hirió al otro joven y a mi cliente y de esta manera fue abatido, no hay cruces de disparos, en Colombia no hay legítima defensa por la espalda", señaló la abogada.

La familia de Rangel Capacho planea presentar una demanda por indemnización de $5 mil millones.