En un emotivo acto de reconocimiento y restauración, Jorge Arley Sánchez, un exmilitar, compareciente de la fuerza pública ante laJurisdicción Especial para la Paz (JEP) , devolvió una medalla de distinción que había recibido por su servicio en el orden público. Este gesto simbólico se produjo durante una audiencia realizada el 22 de octubre en Bucaramanga, donde Sánchez admitió su participación en el asesinato de un civil, un caso que fue presentado como una baja en combate en mayo de 2005 en Lebrija, Santander, y la cual fue una ejecución extrajudicial.
“Esto que hice no me hace digno de llevar esta medalla. Quiero regresarla, con su permiso, señor magistrado, como muestra de arrepentimiento”, expresó Sánchez, dirigiéndose al magistrado Mauricio García Cadena, quien presidió la sesión.
Sánchez no estuvo solo en este proceso; otros cinco comparecientes del Batallón de Infantería N° 14 ‘Capitán Antonio Ricaurte’ también fueron convocados. Durante la audiencia, todos reconocieron su responsabilidad en el mismo hecho y ofrecieron disculpas a las víctimas, que decidieron no participar en el proceso.
"Quiero ofrendar esta vela en memoria de la víctima, a quien nosotros, de manera vil, le quitamos la vida", dijo Sánchez al encender una vela blanca junto a sus compañeros.
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La entrega de la medalla, conocida entre las tropas como ‘La Gris’, será considerada por la magistratura en el marco de un enfoque restaurativo. La abogada de Sánchez solicitó que la medalla quede bajo la custodia de la Oficina Asesora de Justicia Restaurativa de la JEP.
Durante la audiencia, los comparecientes, que se encuentran bajo un régimen de condicionalidad estricto, revelaron información adicional sobre otro hecho violento, en el que dos hombres fueron asesinados y presentados falsamente como bajas en combate en marzo de 2005. La magistratura evaluará estos aportes para determinar si los comparecientes pueden ser catalogados como no máximos responsables.
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Además, Daladier Rivera Jácome, quien se presentó de forma voluntaria al proceso, también ha sido identificado como máximo responsable en el subcaso Norte de Santander del Caso 03. Desde agosto de este año, ha colaborado con la JEP, proporcionando información sobre otros crímenes ocurridos en la región.