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“Es peligroso": juez que envió a la cárcel a feminicida de profesora de Cimitarra

Carlos Estiven Martínez Barrera, novio y responsable del feminicidio de Yuli Henao López, fue enviado a la cárcel porque, como lo manifestó la juez de Cimitarra, “representa un peligro para la sociedad”.

Carlos Martínez acusado de feminicidio en Santander.
Carlos Martínez acusado de feminicidio en Santander.
Foto: captura de video de audiencia judicial- Fiscalía.

Después de más de 4 horas y media de audiencia, una juez de control de garantías envió a la cárcel a Carlos Estiven Martínez Barrera, quien atacó y asesinó a su compañera sentimental el pasado martes en Cimitarra, Santander, aceptando la solicitud que en tal sentido hicieron la Fiscalía, la Procuraduría y el abogado de las víctimas.

La privación de la libertad de Carlos Estiven Martínez Barrera, a quien le fueron imputados los delitos de feminicidio agravado y tentativa de homicidio agravado (por perseguir y atacar a los dos hijos de la víctima), se ordenó porque “representa un riesgo y un peligro para la sociedad”, indicó el despacho judicial.

Martínez Barrera, de 28 años, atacó a su compañera sentimental, Yuli Henao López, con un arma blanca, causándole la muerte y también hiriendo gravemente a los dos hijos de Henao, quienes intentaron defenderla.

La juez argumentó que el acusado “representa un riesgo para la sociedad” y debe ser privado de su libertad para evitar futuros actos violentos.

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Por su parte, la procuradora delegada describió a Martínez Barrera como “violento, agresivo, posesivo, celotípico, persecutor y acosador” de las mujeres, con un historial de agresiones hacia otras víctimas en Santander.

En la audiencia se conoció que el hombre ya había sido denunciado por otras dos mujeres a quienes mordió en la cara, las golpeó, las asedió y las amenazó de muerte.

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En la audiencia se presentó un detallado relato de los hechos, como que el 25 de junio, Martínez Barrera agredió inicialmente a Henao en su habitación, tratando de asfixiarla.

Henao logró escapar al antejardín de su casa, pero fue seguida por Martínez, quien la apuñaló repetidamente.

A pesar de los esfuerzos de sus hijos por detener el ataque, Martínez Barrera los persiguió y también los hirió. El hijo menor, de 12 años, sufrió heridas en el hombro izquierdo y en el quinto dedo de la mano derecha, lesiones que lo llevaron a ser trasladado a Bucaramanga, debido a su gravedad. Su hermana mayor, de 29 años, también resultó herida en varias partes del cuerpo.

El abogado defensor, Mauricio Díaz Araque, intentó argumentar que las acciones de su cliente no estaban dirigidas a causar la muerte de los hijos de Henao, sino que constituían lesiones personales.

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Sin embargo, la juez rechazó esta argumentación, señalando que el uso de un arma y la persecución de las víctimas demostraban una clara intención de causarles daño mortal.

Díaz Araque también subrayó que las denuncias previas contra Martínez Barrera por ataques a otras dos mujeres no habían resultado en condenas, pero la juez consideró estos antecedentes como evidencia de una conducta recurrente y peligrosa.

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“El abogado defensor, en su manifestación o en su intervención, dice que (el ataque hacia los hijos de la víctima) no era dirigido a causarle la muerte, pero así lo era. Es que el solo hecho de utilizar un arma y dirigirse, corretearla por la casa en el intento de que no protegiera a su mamá, tendría ese fin. Lo mismo ocurre con el hijo de la señora Yuli Henao, ciudadano que también evita o trata de evitar que se le cause esa muerte a su señora madre, que infortunadamente no pudieron, pero sí sale de su casa, huye, llama a la Policía y se ubican sus lesiones en los dedos de la mano derecha y heridas en el hombro izquierdo y la práctica que nos enseña, que la mano se pone para evitar una agresión que va dirigida hacia sus órganos vitales”, expresó la juez.

La juez también destacó la gravedad del comportamiento de Martínez Barrera, quien ya había mostrado un patrón de violencia posesiva y agresiva hacia Henao y otras mujeres.

A pesar de las amenazas constantes y el acoso que sufría, Henao no había presentado denuncias formales debido al temor que le inspiraba Martínez Barrera.

Este patrón de conducta, que escaló hasta el feminicidio, fue un factor clave en la decisión de imponer la medida de aseguramiento carcelaria.

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El abogado de las víctimas, Édgar Giovanni Pérez Martínez, subrayó la peligrosidad del acusado, describiéndolo como “sádico” por la forma brutal en que asesinó a Henao.

La Fiscalía, la Procuraduría y el abogado de las víctimas coincidieron en que Martínez Barrera representaba un grave riesgo para la sociedad y para cualquier mujer que pudiera cruzarse en su camino.

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El proceso continuará hasta que se determine la pena que deberá pagar Carlos Estiven Martínez Barrera por el feminicidio de la profesora Yuli Henao López.

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