En un acto de memoria, reparación y dignificación, en Bucaramanga fueron entregados a sus familiares los restos de Zayda Milena Porras, desaparecida forzadamente el 22 de diciembre de 2009 y asesinada en medio de una historia marcada por el desplazamiento, la persecución y la violencia que vivió junto a su familia.
Zayda Milena, nacida el 29 de febrero de 1980, era madre de dos niñas y un niño. Residía en Bucaramanga, pero ante las constantes amenazas y un intento de secuestro de su hijo, decidió trasladarse a Pasto, Nariño, buscando proteger su vida. Su desaparición ocurrió mientras viajaba a Cali.
Pese a los esfuerzos de su familia, no se volvió a tener noticias de ella hasta noviembre de 2010, cuando la Fiscalía halló su cadáver y lo sepultó de manera silenciosa en el cementerio de Buga, Valle del Cauca.
Fue en 2015 cuando la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas logró ubicar los restos de Zayda Milena y, tras años de espera, serán entregados oficialmente a su familia junto a un informe forense en un acto programado en la sede UIS Bucarica.
Publicidad
Este evento incluirá una explicación técnica y una ceremonia de sanación, mientras que el 19 de noviembre se realizará una ceremonia simbólica con la participación de organizaciones sociales, sindicales y defensores de derechos humanos.
La historia de Zayda Milena está estrechamente ligada a la lucha sindical de su padre, Alfredo Porras, quien fue dirigente de la Federación Departamental Unitaria de Trabajadores y trabajador de una multinacional en Bucaramanga. Su activismo lo convirtió en blanco de persecuciones, detenciones arbitrarias y amenazas de muerte por parte del Estado y el paramilitarismo. Estas acciones llevaron a Alfredo a exiliarse en Chile y, posteriormente, en Canadá, obligando también al desplazamiento de toda su familia dentro de Colombia.
Publicidad
“Mi hija Zayda Milena fue víctima de desaparición forzada como consecuencia del desplazamiento y la persecución que sufrimos por parte del Estado y la multinacional. Esto nos llevó a vivir dos exilios, a separarnos como familia y a enfrentar el dolor de su pérdida”, expresó Alfredo Porras.
El acto de entrega de los restos busca dignificar la memoria de Zayda y evidenciar el impacto de la desaparición forzada en Colombia. El Sindicato de Educadores de Santander (SES) también se unió al acto en apoyo a Alfredo Porras, destacando la importancia de reconocer la responsabilidad estatal en la violencia contra los sindicalistas.
Mauricio Martínez, vocero del SES, señaló:
“Es momento de visibilizar estos casos y dignificar a las víctimas. El Estado debe asumir su responsabilidad por los episodios de violencia sindical , como el que sufrió Alfredo Porras, y garantizar que estas historias no queden en el olvido”.
Publicidad
Este acto es un recordatorio de las miles de víctimas de desaparición forzada en Colombia y un llamado a la justicia y reparación para quienes han sufrido las consecuencias de un conflicto que sigue dejando cicatrices profundas en las familias y en la sociedad.