
Tras más de 10 horas de esfuerzos intensos, finalmente se logró controlar un incendio forestal que se desató esta mañana en el Páramo de Berlín, en el municipio de Tona, Santander. Las llamas afectaron sectores de frailejones y cultivos de cebolla, papa y otras verduras, provocando una gran alarma en la comunidad.
El incendio comenzó en la vereda Canarios, donde los fuertes vientos incidieron en la propagación de las llamas en grandes zonas de vegetación. Los campesinos de la región fueron quienes alertaron sobre la situación y mediante grupos de Whatsapp convocaron a varias personas que llegaron hasta el lugar del incendio para unirse con los bomberos voluntarios de Tona y Vetas para controlar el avance del fuego. La colaboración entre los miembros de la comunidad fue clave para evitar que el incendio se extendiera aún más por el territorio.
El líder comunal Carlos Galvis, quien se percató del inicio del incendio, relató que la situación fue crítica: "Nos tocó nuevamente unirnos como comunidad para tratar de controlar el incendio, usando picas, tierra y baldes de agua, tuvimos que hacer todo lo posible para apagar las llamas, temíamos que se repitiera lo ocurrido el año pasado, amenazaba con extenderse", afirmó.
#Atención A esta hora se presenta un incendio forestal en el páramo de Berlín, Santander. Las llamas están destruyendo frailejones, cultivos de cebolla y papa en la vereda Canarios. Bomberos de Tona, Vetas y campesinos tratan de controlar la emergencia #VocesySonidos pic.twitter.com/A5o9gGwnDm
— Blu Santanderes (@BLUSantanderes) February 28, 2025
La emergencia también estuvo cerca de afectar un importante punto turístico de la zona, el Refugio Piedra Parada, un hotel que recibe a numerosos turistas interesados en conocer el páramo y participar en actividades en pro de su conservación. Las llamas estuvieron a punto de arrasar el establecimiento, pero gracias a los esfuerzos de los bomberos y la comunidad, se evitó una tragedia mayor.
Publicidad
Hasta el momento, se estima que el incendio ha afectado más de 50 hectáreas de terreno, pero los esfuerzos continúan para asegurar que las llamas no se reaviven. Los organismos de socorro siguen trabajando en la zona, mientras se cuantifican los daños definitivos y se evalúan las consecuencias del siniestro.