El Tribunal Administrativo deSantander
condenó al Ejército Nacional por la ejecución extrajudicial de tres hombres que estaban en proceso de desmovilización, quienes fueron presentados como muertos en combate tras ser asesinados en un falso positivo.
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El caso involucra a Mario Arturo Marín, Víctor Alfonso Rodríguez y Manuel Franco Pinzón, miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quienes el 14 de mayo de 2004 fueron asesinados en la vereda Rubí del municipio de La Belleza, Santander.
Los tres se encontraban en un proceso de reintegración a la vida civil y buscaban desmovilizarse cuando fueron sorprendidos por militares del Batallón Chiquinquirá del Ejército Nacional.
El abogado de los familiares de las víctimas, Javier Villegas Posada, quien lleva más de 20 años representándolos en el proceso, explicó que la ejecución fue confirmada por un suboficial del Ejército, Walter Castellanos Gómez, quien presenció la escena en el lugar de los hechos. Castellanos Gómez relató que, al llegar al sitio, vio a tres personas muertas, dos de ellas boca abajo y una boca arriba.
Según su testimonio, el comandante del operativo, José Halman Rojas, le ordenó disparar un fusil y colocarle el arma a uno de los occisos. Además, otro militar introdujo dos granadas en los bolsillos de Franco Pinzón para simular que los tres fueron dados de baja en combate contra autodefensas.
“Este testimonio y las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía demostraron que no hubo enfrentamiento alguno, sino que los tres hombres fueron asesinados, mientras dormían y luego se les pusieron armas y explosivos para simular que se trataba de un combate”, afirmó el abogado Javier Villegas.
“Se trató de un nuevo caso de falso positivo, una grave violación de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario”, agregó.
En su fallo, el Tribunal Administrativo de Santander respaldó los argumentos de Villegas Posada y determinó que la actuación del Ejército no tuvo lugar en medio de un combate, sino que constituyó una ejecución extrajudicial.
El alto tribunal ordenó que el Ejército indemnizar a las familias de las víctimas como reparación integral por los daños causados y, además, dictó que la institución debe realizar una publicación en un periódico nacional y otro de amplia circulación en Santander, aclarando que las muertes no fueron producto de un enfrentamiento, sino de una ejecución extrajudicial perpetrada por los militares para simular un éxito en la lucha contra las AUC.
El fallo también resalta la falta de responsabilidad por parte delEjército
al no garantizar la vida de los ciudadanos, como establece la normativa internacional y las obligaciones propias de la institución.