En un caso que ha causado conmoción en el departamento de Santander, Carlos Estiven Martínez Barrera ha sido condenado a 478 meses y 21 días de prisión por los delitos de feminicidio agravado y homicidio agravado en grado de tentativa, tras llegar a un preacuerdo con la Fiscalía.
Martínez Barrera fue el responsable de acabar con la vida de la profesora Yuli Henao el pasado 25 de junio en Cimitarra, un crimen que dejó una cicatriz en la comunidad.
La decisión judicial se da en el marco de un preacuerdo alcanzado entre la defensa de Martínez y la Fiscalía, una negociación que ha generado indignación entre los familiares de la víctima, quienes consideran la pena como insuficiente frente al daño causado.
La hija de la profesora, Angie Mejía Henao, quien también resultó gravemente herida en el ataque, expresó su rechazo al preacuerdo, manifestando que lo considera una injusticia.
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"La verdad, me parece que es una injusticia. ¿Por qué razón? Es un daño que él le hizo a toda una familia, a toda una comunidad, a muchas personas", señaló.
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Recordó cómo, además de la muerte de su madre, ella y su hermano sufrieron físicamente durante el ataque, y aún llevan las cicatrices de aquella fatídica noche.
"Nos escapamos y él se devuelve a meterle dos puñaladas más y le dice para ‘que quede bien muerta’. Si nosotros hubiéramos seguido ahí, él téngalo por seguro que a mí por lo menos me hubiera matado", añadió.
La profesora era un pilar en su familia y un apoyo constante para su hijo de 12 años y su hermano, quien estaba terminando sus estudios universitarios gracias al esfuerzo y respaldo de Yuli.
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