Cierran temporalmente bar y hamburguesería por incumplir las normas sanitarias en Bucaramanga

En un reciente operativo de inspección llevado a cabo por la Alcaldía de Bucaramanga, en colaboración con las Secretarías de Interior, Planeación y Salud, así como con el respaldo de la Policía Nacional y Bomberos de la ciudad, se clausuraron dos establecimientos por no cumplir con las normativas sanitarias y de seguridad requeridas.

El equipo de trabajo se desplazó por los barrios de Cabecera, Mejoras Públicas y Bolívar - Centro, inspeccionando más de cinco establecimientos que ofrecían bebidas y alimentos. La diligencia tenía como objetivo verificar el cumplimiento de requisitos legales, como la documentación de la Cámara de Comercio, el certificado de uso de suelos y las licencias de construcción vigentes.

María Andrea Gómez, funcionaria de la Secretaría de Interior, señaló que los controles se realizaron en respuesta a quejas de la comunidad respecto a estos sectores comerciales. Por su parte, Fabio González, técnico de la Secretaría de Salud y Ambiente municipal, informó que durante la revisión se visitaron siete establecimientos, resultando en medidas de seguridad aplicadas a dos de ellos debido al incumplimiento de normativas sobre control deplagas .

Como resultado de estas acciones, un bar y una hamburguesería fueron sancionados con la suspensión temporal de su actividad económica por no cumplir con las regulaciones de control de plagas. Además, se proporcionaron recomendaciones a los otros cinco comercios inspeccionados, con el objetivo de que mejoren su infraestructura, rotulación de productos y el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias para garantizar la seguridad alimentaria de los ciudadanos.

El equipo de la Secretaría de Planeación también participó en el operativo, solicitando a los negocios certificados de uso de suelos, licencias de construcción y demostración de compensación de parqueaderos.

Carlos Monsalve, arquitecto de la Secretaría de Planeación, enfatizó la importancia de verificar la legalidad de los establecimientos antes de iniciar operaciones, para evitar situaciones como la ubicación de bares en zonas residenciales, que generan molestias entre los residentes y demandan intervenciones de control por parte de las autoridades.