En plena temporada seca, las altas temperaturas y la imprudencia de algunas personas han disparado los incendios forestales en la capital de Santander. En lo corrido de enero, se ha registrado un incendio casi a diario, según informó el capitán Jorge Peña, comandante del Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga .
Uno de los incendios más recientes ocurrió en la escarpa occidental, cerca del reclusorio de mujeres. Aunque la oportuna respuesta de los organismos de socorro contuvo el avance del fuego, las autoridades advierten que, de persistir estas condiciones climáticas y conductas irresponsables, podrían repetirse emergencias similares a las del año pasado.
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En los primeros 15 días del año, los incendios han sido frecuentes, y las autoridades permanecen en alerta máxima. En el municipio de Tona, un incendio cerca del embalse alcanzó 12 hectáreas, mientras que en Morrorico fueron afectadas cinco hectáreas. Otros sectores afectados este año incluyen la zona rural de Piedecuesta, la vía antigua al Café Madrid y la zona conocida como Carabineros, en el norte de Bucaramanga.
De acuerdo con el comandante del Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga, el principal factor de riesgo es la vegetación reseca, que se encuentra altamente inflamable. Además, actividades prohibidas como las quemas controladas y el uso irresponsable del fuego aumentan el riesgo.
"Esperamos que la gente tenga un mejor comportamiento y nos ayude, evitando que se den estas situaciones y, si ya ocurren, que nos adviertan de manera rápida para poder intervenir oportunamente", expresó el capitán Peña.
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Aunque las cifras no son aún alarmantes, los incendios forestales registrados en lo que va del mes generan preocupación, más si se tiene en cuenta la grave emergencia que se presentó en Santander el año pasado, que incluso afectó gran parte del Páramo de Santurbán.