
A pocos días de la liquidación oficial de Metrolínea S.A., programada para el 26 de febrero, el sistema de transporte masivo de Bucaramanga y su área metropolitana se prepara para una transición que garantizará la continuidad del servicio. La implementación de un nuevo plan operativo busca modernizar la infraestructura y mejorar la frecuencia de los buses, reduciendo los tiempos de espera de 45 minutos a intervalos de 5 a 8 minutos, según informó la empresa.
Fases del nuevo modelo de operación
Según el comunicado oficial de Metrolínea, la transición se desarrollará en tres fases:
- Fase 1: se optimizará el recorrido entre la Estación UIS y la Estación Provenza, integrando rutas complementarias que conectan Bucaramanga con Floridablanca, Piedecuesta y Girón.
- Fase 2: se ampliará la cobertura desde Quebrada Seca hasta Piedecuesta, fortaleciendo la integración con el transporte colectivo y aumentando la flota de autobuses.
- Fase 3: se completará la conexión hasta el Portal de Girón, permitiendo la integración total del área metropolitana con un sistema más eficiente y moderno.
El nuevo modelo operará con buses tipo padrón, los cuales serán arrendados para garantizar la continuidad del servicio mientras se define el operador definitivo.
Decisiones clave en la transición de Metrolínea
El pasado 17 de febrero, en una mesa de trabajo convocada por el Concejo de Bucaramanga, se presentó un balance sobre el proceso de liquidación de Metrolínea y el avance del Plan de Acción para la Transición al nuevo Sistema Integrado de Transporte Metropolitano (SITME). La reunión contó con la participación de autoridades locales y representantes del sector transporte.
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Uno de los factores que aceleró la implementación del nuevo esquema fue la reciente notificación del operador Metro Cinco Plus, que anunció su retiro definitivo del contrato de concesión, dejando vacantes las rutas troncales y pretroncales a partir del 26 de febrero. Ante esta situación, la administración municipal y los entes metropolitanos han acelerado la articulación de esfuerzos para evitar la paralización del servicio.
Durante la mesa de trabajo se enfatizaron tres principios fundamentales que guiarán la transición:
- Garantizar el derecho a la movilidad, asegurando la prestación continua del servicio.
- Luchar contra el transporte ilegal, evitando el crecimiento de sistemas informales y no regulados.
- Cumplimiento de la obligación constitucional de los alcaldes metropolitanos para mantener la oferta de transporte público masivo.
Se confirmó que las rutas complementarias, como P1, P3, P4, P5, P6, P7, P8, P9, P10S, P10N, RD-27 y RD-33, seguirán operando normalmente, garantizando la conectividad en la región.
El esquema operativo dependerá del apoyo financiero y logístico de los municipios involucrados. Según el comunicado, en el corto plazo se priorizará la rehabilitación de estaciones vandalizadas y la puesta en marcha de los buses tipo padrón en la troncal metropolitana.