El exciclista fue encontrado en un hotel del municipio de San Gil, Santander , buscando habitaciones para una competencia de ciclismo. Según su esposa, Natalia Ortiz, “él pensaba que era joven y estaba en una competencia de ciclismo. Los médicos me dijeron que esta droga los devuelve 10 años”.
El paraolímpico estuvo desaparecido durante dos días. Sus familiares hicieron un llamado a la comunidad a través de redes sociales para obtener cualquier información que ayudara a dar con su paradero. Gracias a esto, fue reconocido en San Gil, donde la Policía del cuadrante lo encontró desorientado y con dificultades para vocalizar.
Álvaro fue llevado al hospital del municipio, donde le administraron suero. Una sobrina que vive en la región se acercó para identificarlo, pero él no la reconoció. "Ni siquiera a mí ni a su hermano nos reconoció", confirmó Ortiz.
Toda la odisea comenzó el pasado 30 de agosto, después de que su esposa se despidiera de él a la salida de un banco, ubicado en la calle 18 con carrera 35. Allí, hicieron una consignación y ella se dirigió a otro banco, mientras él debía ir a Piedecuesta a visitar a un familiar, pero nunca llegó.
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Se presentó la denuncia respectiva ante la autoridad competente y en redes sociales se publicó su imagen, la de la moto y un teléfono para recibir cualquier información que ayudara a encontrarlo.
Por ahora, al ver que se recupera satisfactoriamente y que pronto estará en su casa, su familia pide a las autoridades que den con los responsables de este delito. "Es una situación que no se la deseo a nadie, es difícil verlo tan débil sabiendo que es un hombre fuerte y activo", afirmó su esposa, Natalia Ortiz.
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