El municipio de La Paz, en Santander, amaneció con varios grafitis y panfletos en distintas partes del pueblo y sus veredas, en los que se hace referencia al Frente 33 de las FARC-EP, Bloque Magdalena Medio.
En los mensajes se lee: “Queremos hacerles saber a la comunidad que estamos retomando el área”, lo que ha encendido las alarmas ante la posible presencia de grupos guerrilleros en la región.
Cielo Caryn Díaz, alcaldesa de La Paz, expresó su preocupación, ya que el municipio, históricamente tranquilo, ahora enfrenta una nueva amenaza de inseguridad. “Desde hace varios años no se vivía ningún problema de seguridad, pero hoy amanecimos con grafitis en vehículos, panfletos dejados en parabrisas de carros y en zonas utilizadas para letreros de identificación”, señaló la mandataria local.
Díaz también reveló que ha sido víctima de amenazas de muerte desde el inicio de su mandato, lo que aumenta el nivel de preocupación en la región.
Según las investigaciones, los panfletos habrían sido distribuidos por un grupo de personas en motocicletas, quienes recorrieron diferentes áreas del municipio y se extendieron hacia otras zonas cercanas como Guacamayo, Santa Helena, Vélez y Landázuri.
Ante esta situación, la alcaldesa anunció que esta semana se llevará a cabo un consejo de seguridad para abordar los hechos y fortalecer las medidas de protección.
Por su parte, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, manifestó su preocupación a través de sus redes sociales y condenó los actos de intimidación en el municipio. “En La Paz, donde desde hace muchos años no se registraba un solo hecho de violencia, un grupo de personas en motocicletas apareció en la noche intimidando a la población con panfletos y pintando letreros del Frente 33 de las FARC-EP. Se requiere urgente acción del ministro de Defensa Nacional”, escribió en su cuenta oficial.
El gobernador también hizo un llamado a la investigación y a la acción inmediata de las autoridades, afirmando que es fundamental brindar claridad a la comunidad sobre estos hechos. “No podemos permitir que estos grupos armados se establezcan en el departamento. Esto podría abrir la puerta a la instalación de estructuras ilegales que, más tarde, traigan consigo cultivos de coca y afecten la paz de regiones tan tranquilas como esta”.
Enfatizó la necesidad de fortalecer la seguridad en la zona y pidió la presencia de la Unidad Nacional de Protección, alertando sobre las amenazas directas contra los alcaldes: “Ojo, amenazan a los alcaldes. La vida de los mandatarios está en riesgo”.
La situación enciende las alarmas en Santander ante el riesgo de un posible regreso de disidencias de las Farc y otros grupos armados ilegales.