La situación migratoria en Colombia sigue siendo un desafío, especialmente en ciudades como Bucaramanga, donde la llegada de familias migrantes pone en riesgo los recursos locales.
"La ciudad, en su presupuesto, tiene aproximadamente casi un 12% destinado a diferentes temas de atención migratoria, como es salud, educación, oportunidades de formalización y articulación con entidades internacionales para la proyección laboral. Pero de manera puntual, hoy Bucaramanga puede contener lo que tiene, pero frente a una llegada masiva, no tiene las capacidades", advirtió Jaime Andrés Beltrán, alcalde de la capital santandereana.
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Actualmente, más de 5.300 estudiantes hijos de migrantes están siendo atendidos en las instituciones educativas de la ciudad. Sin embargo, las capacidades están al límite.
“Si llegan 5.000 estudiantes más no tendremos cómo atenderlos. No es solo un tema de cupos escolares, también hablamos de alimentación, transporte y acompañamiento integral”, expresó el mandatario.
Otro de los sectores críticos es el de salud pública
La atención a personas migrantes, que llegan con necesidades urgentes, absorbe gran parte de los recursos disponibles. Esto se traduce en retrasos y limitaciones para atender tanto a los migrantes como a los ciudadanos locales, quienes comparten la presión de un sistema desbordado.
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En el ámbito laboral, la integración de la población migrante también se enfrenta a grandes obstáculos. A pesar de los esfuerzos por crear oportunidades y ofrecer acompañamiento, la formalización sigue siendo un proceso lento y complejo. Esto no solo afecta a los migrantes, sino también a la economía local, que necesita apoyo y estrategias claras para gestionar la incorporación de esta fuerza laboral.
Aunque hoy Bucaramanga ha logrado contener la situación con los recursos disponibles, las autoridades locales temen un escenario de llegada masiva de migrantes. En este contexto, el apoyo internacional es más necesario que nunca.
“Muchas organizaciones internacionales, que el año pasado cerraron sus convenios al considerar superada la crisis, deben retomar su apoyo. La realidad que enfrentamos no ha desaparecido; al contrario, se agrava”, acotó Jaime Andrés Beltrán.
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El mandatario de los bumangueses nuevamente le envió un duro mensaje al Gobierno nacional:
"Que entienda que la realidad migratoria va más allá de un abrir o cerrar la frontera. Es un tema coyuntural que afecta a la economía de los municipios. Y ahí es donde yo reitero, es que a nosotros los alcaldes nos descentralizan los problemas, pero no los recursos. Nos hacen responsables de la atención a las familias migrantes frente a una política de apertura migratoria, pero no nos dan los elementos para poder atender las necesidades", concluyó.
De acuerdo con los últimos reportes entregados por las autoridades, en Santander hay, por lo menos, 120.000 venezolanos.