Juan Diego Rueda Mateus fue capturado por hombres del CTI tras la denuncia de varias personas que fueron estafadas. Según la Fiscalía, el abogado se habría quedado con $600 millones provenientes de más de 17 víctimas, a quienes engañaba prometiéndoles la compra de viviendas y vehículos en remates judiciales.
Durante la audiencia, la Fiscalía General de la Nación reveló que las investigaciones establecieron que Rueda, desde junio de 2022, había iniciado estas estafas bajo la modalidad de falsos remates. Conocía a las víctimas directamente o por recomendación de allegados, lo que le permitía escudarse en su condición de abogado.
Aunque habría estafado a varias personas, no fue denunciado oportunamente, pues, según afirmó el fiscal tercero de hurtos, cuando una víctima le reclamaba su dinero, “este los amenazaba con un arma de fuego y les decía que no sabían con quién se habían metido”.
Esta situación colmó la paciencia de una de las víctimas, quien al presentar la denuncia reveló “audios y chats de WhatsApp en donde la amenazaba con un arma de fuego; le dice un montón de palabras groseras por realizar la denuncia y le advierte que no sabe quién es él ni de dónde viene”, afirmó el fiscal en la audiencia.
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El modus operandi del abogado Juan Diego Rueda consistía en citar a los posibles interesados en remates en su oficina, ubicada en la calle 6 #10-32 del centro comercial Plaza Mía de Floridablanca. “En el lugar, les explicaba cómo podían adquirir los inmuebles que serían rematados si consignaban ciertas sumas de dinero, argumentando que solo él tenía los contactos necesarios. Luego de convencerlos, les hacía firmar contratos que garantizaban la entrega de las respectivas sumas, bajo amenaza de demanda si no cumplían”, confirmó la Fiscalía.
La Fiscalía le imputó cargos por los delitos de estafa agravada, en concurso con fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, e intimidación o amenazas con arma de fuego. El procesado no aceptó su responsabilidad.
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Muchos de los estafados llegaron a depositar los ahorros de toda su vida, y algunos incluso retiraron sus cesantías para poder adquirir las supuestas viviendas.