En el Aeropuerto Palonegro de Lebrija, Santander, fue recibido por miembros de la Policía, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, y los comandantes de la Policía de la región, el cuerpo del patrullero Jaime Andrés Calderón Reyes, quien fue asesinado en Morales, Cauca, en el atentado de las disidencias de las Farc a la estación de Policía.
En la terminal área le rindieron honores al uniformado quien entregó su vida en cumplimiento del deber.
Posteriormente, el cuerpo fue trasladado al municipio de Molagavita donde fue recibido con calle de honor y la banda municipal, en una caravana por todo el casco urbano encabezada por miembros de la Policía que, en vehículos, acompañaron el recorrido del carro fúnebre.
Desde la Gobernación de Santander, el secretario del Interior, Oscar Hernández, envió un mensaje de solidaridad a la familia del patrullero Calderón.
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“Primero expresar condolencias a toda la familia del uniformado Jaime Andrés Calderón quien entregó su vida, y un acompañamiento también para ellos que han perdido a un ser querido”, manifestó el funcionario.
La familia del uniformado, quien prestaba servicio en la estación de Morales, Cauca, cuando fue ataca por disidencias de las Farc, contó que siempre les pedía que rezaran por él y que Jaime sabía que estaba en una zona difícil de orden público.
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“Él sabía que estaba en una zona peligrosa, pero lo único que pedía era que rezáramos por él y nosotros, la familia, el papá, la mamá, todo, eso era lo que hacíamos y lo encomendábamos a Dios porque eso es lo único que como madre, tía y familia uno puede hacer”, expresó Alix Calderón, tía del uniformado.
Tras la noticia del ataque, se conocieron audios en los que Jaime pedía ayuda a sus superiores.
“Necesitamos apoyo urgente. El apoyo está coordinado para llegar hasta el punto, ánimo compañero. Nos levantaron a tatucos. Me dieron mi sargento, no me deje morir, el apoyo en tierra, por favor el apoyo en tierra, colabóreme con el apoyo”, esa fue la conversación que tuvo el agente de Policía Calderón Reyes con sus superiores antes de morir.
Jaime estaba casado y tan solo hace tres meses había nacido su hijo que hoy queda huérfano de padre por culpa de la violencia.