En el Valle del Cauca , las autoridades han intensificado las medidas de seguridad en respuesta a las recientes amenazas y actos violentos atribuidos a disidencias de las FARC y enfrentamientos entre bandas delictivas.
El nivel de alerta en el Valle del Cauca se ha elevado a raíz de ataques específicos, como el reciente atentado contra la Tercera Brigada del Ejército en Cali y el corregimiento de Robles en Jamundí. Para la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, hechos como estos son una "retaliación" por los esfuerzos de las fuerzas armadas para retomar el control de áreas rurales, previamente dominadas por grupos delictivos.
La funcionaria también abordó el problema persistente del narcotráfico en la región y vinculó la violencia reciente tanto a las disidencias de las FARC como a enfrentamientos entre bandas delictivas locales, específicamente entre los grupos conocidos como Los Flacos y la Nueva Generación. Estas confrontaciones han resultado en actos violentos, incluida una masacre en el norte del Valle del Cauca, que han exacerbado la situación de seguridad. A pesar de las capturas de cabecillas de estas bandas, los enfrentamientos continúan, lo que requiere una acción decisiva y sostenida por parte de las autoridades.
“El nivel de alerta es máximo, sobre todo por lo que nos pasó el viernes pasado con el ataque a la brigada y al corregimiento de Robles, en Jamundí. Eso es una retaliación, porque nosotros hemos estado retomando el sector rural de Jamundí, que tenía el control territorial, las bandas delincuenciales, la disidencia de las FARC. Entonces, con esa retoma que se ha venido haciendo con el Ejército y nuestra meta es llegar a ser el batallón de alta montaña que ya ha llegado hasta Villa Colombia”, dijo.
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Ante la pregunta sobre las medidas de seguridad para proteger a los civiles, especialmente aquellos que viven cerca de instalaciones militares y policiales, la gobernadora subrayó que se están reforzando las medidas de seguridad existentes. Mencionó la realización de un consejo de gobierno para fortalecer los controles entre el ejército y la policía y aseguró que se están tomando medidas para proteger las ciudades más grandes, como Cali y Jamundí, frente a la extorsión y otros delitos.
La cooperación de la comunidad es fundamental, indicó Toro, pero enfatizó en la importancia de la inteligencia y la información ciudadana para prevenir actos violentos y responder de manera efectiva a las amenazas.
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"Ahora lo que toca es que actúen las institucionalidad, que son el Ejército y la Policía, con inteligencia, con retomas, con trabajo de estar protegiendo la sociedad civil. Yo creo que eso es lo que sigue y en eso vamos a estar apoyando a la institucionalidad, al Ejército y a la Policía y con no dejarse amenazar que es en lo que están estos disidentes", indicó.
Respecto al diálogo con el gobierno nacional y la presencia de disidencias en zonas residenciales, la gobernadora reiteró la necesidad de actuar con firmeza. La decisión de levantar el cese al fuego fue considerada necesaria ante la incapacidad de los diálogos para garantizar la seguridad y tranquilidad en la región. La prioridad ahora es reforzar la seguridad, retomar las zonas controladas por las disidencias y proteger a la sociedad civil, según dijo.