Tras conocerse la captura del exalcalde de Tuluá, John Jairo Gómez, y de cuatro personas más que serían exfuncionarios de su administración, las reacciones en algunos sectores políticos del centro del Valle no se hicieron esperar.
El primero en pronunciarse fue el actual alcalde del municipio, Gustavo Vélez, quien aseguró que es desafortunado enterarse de que alguien que fue un funcionario público ahora esté involucrado en hechos de presunta corrupción.
Siento mucho que personas que hacen política y desean estar en lo público, cuya función es ayudar a la ciudadanía, terminen enredadas en temas relacionados con actividades ilícitas o criminales. Realmente es una situación muy compleja para nuestro municipio
Cabe recordar que una vez asumido como mandatario de los tulueños y tras el asesinato del concejal Eliecid Ávila, Gustavo Vélez acusó a la administración saliente de tener relación con la banda delincuencial La Inmaculada.
"La única manera de entender lo que estaba sucediendo en Tuluá y el alcance de estos criminales en el municipio, no hay otra manera, es que había una injerencia e interferencia frente a la gestión pública que permitía tener privilegios, acceso a información y control de algunos aspectos determinantes dentro de la administración", manifestó Martín Hincapié, secretario de Gobierno de Tuluá.
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Finalmente, desde la Asamblea Departamental indican que la captura del exmandatario es el resultado de un proceso de investigación donde cada día se van conociendo detalles de lo que realmente sucedía durante su mandato.
"Lo que realmente le pedimos a la autoridad es que actúe rápido y contundentemente. Es lamentable que funcionarios, cuya obligación es servir al municipio y sus habitantes, se vean involucrados en estos escándalos", aseguró el diputado Rafael Rodríguez.
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