Disidencia de las Farc construyó vía para sacar droga de Jamundí, denuncia Ejército

En el límite de los departamento del Valle y Cauca, la columna Jaime Martínez de las Disidencia de las FARC, construyó una carretera, desde el sector del Despunte hasta el caserío la Playa, donde el camino se encuentra con el río Naya, este camino, apto para vehículos camperos, tendría la función de facilitar el traslado de alucinógenos desde las zonas de cultivo hasta el océano pacífico, según el Ejército Nacional.

El mayor general Eric Rodríguez, comandante del Comando Conjunto N.2 de las Fuerzas Militares, que opera en Valle, Cauca y Nariño, señaló que la creación de esta carretera no buscaría atender las necesidades de las comunidades que habitan la cordillera occidental, sino que busca atender los intereses propios de la guerrilla.

"Es un área que fue sometida a colonización en los últimos años, lo que es la penetración del valle río Naya hacia el pacífico en Puerto Merizalde, y se convierte en una autopista natural perfecta para el narcotráfico. Para sacar el producido de alcaloides de la Jaime Martínez, esa estructura se dio a la tarea de abrir el carreteable", explicó el general Rodríguez.

Respecto al control territorial que ejerce esta estructura criminal en los municipios de Jamundí (Valle) y Buenos Aires (Cauca), el comandante de Comando Suroccidente señaló que este se fortalece a medida que se extienden los cultivos de coca en esta región, actualmente, solo en Jamundí, se tiene registro de 1.600 hectáreas de siembra.

"Se generó un enclave cocalero en estos municipios, y a través de esta relación comercial terminan teniendo el control de la población, al punto de que en algunos sectores los tienen carnetizados, y los movilizan a su interés para impedir el avance de la fuerza pública", añadió.

El general Rodríguez señaló que la única solución para recuperar la seguridad en esta zona, y debilitar a la estructura Jaime Martínez es avanzar en los programas de sustitución de cultivos, que le permitan a las familias campesinas continuar ejerciendo la agricultura, pero sin correr riesgos.

"Nadie puede vivir una vida tranquila, segura y digna en medio de cocales. Nuestros campesinos están produciendo un alcaloide que no produce nada bueno para quienes lo consumen y al mismo tiempo genera una situación que va en contra del bienestar de sus propias familias, porque la Jaime Martínez es uno de los mayores reclutadores de menores del país", concluyó el oficial.