La Defensoría del Pueblo hizo un llamado para que la fuerza pública redoble esfuerzos en su propósito y deber de cumplir con el mandato constitucional de proteger a las comunidades en todas las regiones de la geografía colombiana.
La entidad la insta a contener los episodios de violencia que vienen afectando a la población, particularmente en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca, subregión del país donde delinquen varios grupos armados ilegales y estructuras del crimen organizado.
"Hace dos meses, la institución que trabaja por los derechos de los colombianos emitió la Alerta Temprana 036 del 2023, documento de prevención y advertencia sobre los riesgos a los que están expuestos los moradores de 14 municipios de esa amplia zona entre los límites del Cauca y Valle", dijo defensor regional Cauca, Daniel Molano.
Además, la Defensoría del Pueblo rechazó lamasacre ocurrida en el resguardo indígena Canoas, zona rural de Santander de Quilichao, donde fueron asesinadas tres personas de una misma familia, y cerca de allí, en la vereda Vilachí, fueron ultimados dos jóvenes indígenas del mismo resguardo. Así mismo, repudia el asesinato del alcalde de Guachené, Élmer Abonía Rodríguez.
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Esta alerta, la 036, evidencia el alto riesgo para las comunidades de Jamundí y Dagua ,Valle del Cauca y Buenos Aires, Santander de Quilichao, Suárez, Morales, Cajibío, Miranda, Corinto, Caloto, Guachené, Toribio, Jambaló y Caldono. Con los hechos de violencia recientemente sucedidos, el temor de los pobladores y el riesgo para su integridad y vida aumentan.
La entidad, con el equipo de trabajo de sus Regionales Cauca y Valle, continuará haciéndole vigilancia a lo recomendado en el documento de advertencia y prevención, como también seguirá acompañando a las comunidades de esa amplia zona limítrofe entre los dos departamentos.
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