Los labriegos e indígenas de la comunidad Awa aseguran que después de ocho meses de desplazamiento decidieron regresar a sus viviendas por su cuenta y riesgo, porque confían que se cumpla con el desminado humanitario que está contemplado en el marco de los diálogos regionales de paz entre el Gobierno nacional, la Gobernación de Nariño y el frente Comuneros del Sur.
Para llegar al resguardo del Sande, en Nariño, donde habitan más de 2.000 familias de campesinos, afros e indígenas de la comunidad Awa, hay que recorrer más de 14 horas desde Pasto hasta Samaniego y de ahí por vías destapadas, que son las únicas que hay para entrar y salir de esta región.
Jesús Gerardo García, habitante del Sande, dijo a Blu Radio que da “gracias a Dios por retornar al resguardo”, ubicado exactamente en la zona rural de Santacruz de Guachaves en Nariño, pero dice que, por ahora, no puede ir su finca a trabajar por temor a los campos minados.
En su rostro se refleja la incertidumbre y casi que murmurando en voz baja asegura que llevan décadas esperando que el Gobierno se acuerde de ellos. Dice, además, que con la puesta en marcha de los diálogos regionales de paz tienen la esperanza que su territorio se transforme de una zona de guerra a un sector de progreso y paz.
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Nelson Eduardo Getial, profesor de la única escuela que hay en esta población, afirmó que “está cansado de esperar por las ayudas” y manifestó que de los 60 alumnos que había hasta agosto del 2023, antes de que comenzara la confrontación entre grupos armados ilegales, solo han regresado 25 y que no sabe que pudo suceder con los otros 35 estudiantes, ya que sus padres decidieron no enviarlos más.
El profesor está dispuesto a seguir luchando y con recursos propios comenzó a buscar uno a uno a los estudiantes que en los cuatro meses del 2024 no han regresado; solo pidió que dejen en paz a su comunidad.
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“Me asusta la deserción escolar y por más que hacemos llamados al Gobierno nacional esto no ha sido fácil”, advirtió el docente Getial, quien no pudo esconder su tristeza y pidió del Gobierno que los apoye ahora que están en diálogos de paz con el frente Comuneros del Sur.
Ramiro Torres, exgobernador del resguardo indígena del Sande de la comunidad Awa, dijo que el mayor reto a superar esta centrado en recuperar la economía de la región, la cual ha caído en un 70 % por culpa del conflicto armado.
Este líder indígena aseguró que encontró un pueblo decidió apoyar los diálogos territoriales de paz, pero pidió al Gobierno nacional que cumpla con los proyectos productivos y obras de infraestructura que les han prometido desde hace más de tres décadas.
Delegados del Comité para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (AICMA), aseguran que en Nariño, en 21 de los 64 municipios, los habitantes dicen que están seguros que han detectado la presencia de artefactos explosivos no convencionales que ponen en riesgo la vida de las comunidades.
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