El trágico accidente ocurrido el pasado sábado 5 de octubre en la carretera que conecta Bogotá con La Mesa conmocionó a toda la comunidad. Un autobús que transportaba a28 estudiantes de veterinaria se volcó en una curva peligrosa , dejando un saldo de varios heridos graves. La falta de empatía de algunos automovilistas que presenciaron la escena, pero no se detuvieron a ayudar, fue otro aspecto que indignó a quienes llegaron para prestar auxilio.
Alejandro Chaves, uno de los primeros en asistir a las víctimas, compartió su conmovedor testimonio sobre lo vivido. "Pasamos por el lugar tal vez a los 2 o 5 minutos de que el autobús se estrellara. Se había quedado sin frenos, volcándose contra la montaña. El impacto fue muy fuerte", relató Chaves. Acompañado por su esposa e hijas, decidió detenerse y ayudar a los jóvenes atrapados en el bus destrozado.
El accidente, ocurrido en el kilómetro 94 en la zona de Puerto Araujo, dejó una escena desgarradora. Chaves describió cómo los estudiantes, muchos de ellos gravemente heridos, gritaban desesperados pidiendo auxilio. A pesar del caos, Alejandro y su familia no dudaron en intervenir, mientras otros vehículos pasaban de largo sin detenerse a socorrer a las víctimas.
Uno de los momentos más impactantes que vivió Chaves fue al ayudar a Karen, una joven que había perdido su brazo izquierdo en el accidente sin darse cuenta inicialmente. “Agarré su mano con fuerza para darle esperanza, pero cuando vi que su brazo ya no estaba, no podía creer lo que estaba viendo", recordó. A pesar del dolor y la angustia, Alejandro mantuvo la calma, alentando a Karen a aferrarse a la vida mientras trataba de detener el sangrado con gasas improvisadas. Su prioridad en ese momento era mantenerla consciente hasta que llegara la ambulancia.
Chaves también auxilió a otras jóvenes, como Natalia, que sufrió una herida profunda en la pierna, y Laura, quien tenía una grave lesión en la cabeza y un brazo fracturado. "Había mucho sangrado, pero intentábamos mantener la calma. Sabíamos que no podíamos rendirnos. Mi hija y yo hacíamos todo lo posible por ayudar", dijo.
Tras aproximadamente 30 minutos de desesperación, los servicios de emergencia llegaron al lugar. Para Chaves, la sensación de impotencia al no poder hacer más en esos primeros minutos fue abrumadora, pero se sintió fortalecido por la misión de ayudar a los jóvenes en medio de esa tragedia.
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Karen, la joven que perdió su brazo, sigue luchando por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos, mientras que otras víctimas, como Laura, Natalia y Valentina, se encuentran estables.
El testimonio de Alejandro Chaves no solo refleja la valentía sino además, la importancia de la empatía que tanto recalcó.
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