En el municipio de Mahates, departamento de Bolívar , exactamente en uno de sus corregimientos llamado Gamero, la comunidad de esa zona del país remplazó las corridas de toros por animales simbólicos.
La población simula una corraleja sin sangre ni heridos, pero personifican a toreros y a los famosos garrocheros.
Los toros y caballos fueron simbólicamente remplazados por humanos que, con disfraces y caretas animales, simulan el ritual de los manteros y jinetes en una corraleja .
Este nuevo enfoque de las fiestas tiene como propósito erradicar prácticas que resultaban altamente perjudiciales, como las lesiones y muertes de humanos y el maltrato animal.
Para darle un tinte de realismo a la parodia, se finge la arremetida de un astado y el virtual herido es sometido a una urgente atención médica por parte de aficionados que portan esa indumentaria.
En lo que no ha cambiado el panorama de las corralejas es en los tendidos de madera, la música de bandas de viento, el consumo de licor y el entusiasmo masivo de los participantes.
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