Con la llegada de la temporada de vacaciones, también aparecen las lamentables y desafortunadas denuncias de cobros excesivos , abusos, e incluso, estafas que se han vuelto recurrentes en los últimos años en Cartagena.
El último caso, que se viralizó en redes sociales, es el de Juana Ramírez, una turista ecuatoriana que denunció que le robaron 2.500 dólares a través de una tarjeta débito cuando se encontraba en un paseo en lancha en la zona insular.
En diálogo con BLU Radio, la joven de padres colombianos relató que el pasado viernes, 3 de enero, un grupo de amigos ecuatorianos y ella alquilaron una lancha para realizar un tour de seis horas por las islas, y que cuando decidieron bajarse a disfrutar del paisaje, uno de ellos dejó su billetera en la embarcación para protegerla del agua de mar.
Sin embargo, cuando se encontraban en isla Azul, a su amigo le empezaron a llegar notificaciones de dos pagos, uno por 1.300 y otro 1.200 dólares a través de su tarjeta débito, es decir, más de 10 millones de pesos.
NOS ROBARON $2500 DÓLARES EN CARTAGENA, voy a contar TODO, para que tengan cuidado, empecemos con la cara de los principales y únicos sospechosos: pic.twitter.com/zOcrnbP6dD
— Juana (@Juanavarago) January 4, 2025
“Cuando ya estamos en el mar, a él le llegando dos notificaciones, eran dos descuentos, una de 1.300 y otra de 1.200 dólares (…) Lo primero que hizo fue llamar a su banco, que es Banco de Guayaquil, contó el caso, explicó que él no había hecho las transacciones y procedieron a bloquear las tarjetas, él fue de una a buscar la lancha para verificar que había pasado con las tarjetas para ver si era que se las habían robado, qué era lo que había pasado, y cuando llegó encontró la billetera tal cual cómo lo había dejado, en el mismo lugar donde la había dejado(…) se nos hizo muy raro porque si era un ladrón que quiere robarnos las cosas, ¿por qué no se llevó los zapatos de marca, las gafas, el efectivo o por qué no se llevó la billetera completa?”, contó la turista.
De acuerdo a la denuncia de la turista y sus acompañantes, quienes realizaron las transacciones, también intentaron hacer lo mismo con una tarjeta de crédito que estaba en la misma billetera, por lo que responsabilizan a los tripulantes de la embarcación.
Publicidad
“Con la tarjeta de crédito primero intentaron sacar 1.514 dólares y fue rechazado porque el límite era 1.500, entonces sacaron 863,25 dólares, y ahí si pudieron (…)Luego sacaron la tarjeta de débito e hicieron 2 transacciones por 1.214 y 1.317 dólares”, detalló.
Además, contó la turista, que las transacciones se hicieron a través de datáfonos portátiles: “El datáfono con el que se hizo la transacción fue uno de esos pequeños, que se utiliza en muchos establecimientos de la ciudad porque los hemos visto en estos días, y en la transacción dice restaurante El Cartagena”, dijo la ecuatoriana.
Publicidad
Una vez la denuncia se conoció en redes sociales, el alcalde Dumek Turbay se pronunció señalando que se pusieron en contacto con la turista afectada, y que los responsables ya habían sido identificados, por lo que estaban en manos de las autoridades competentes.
Frente a este caso, agradecemos a la afectada por su oportuna denuncia, lo cual nos permitió, a través de la @secturismoctg y @secinteriorctg, actuar de manera inmediata para dar con el paradero de los presuntos estafadores.
— Dumek Turbay Paz (@dumek_turbay) January 5, 2025
La @DIJINPolicia de @PoliciaCtagena ya está a cargo… https://t.co/fAHmvJq0vW
“Frente a este caso, agradecemos a la afectada por su oportuna denuncia, lo cual nos permitió actuar de manera inmediata para dar con el paradero de los presuntos estafadores. La Dijín de la Policía de Cartagena ya está a cargo para proceder a la devolución del dinero”, escribió en su cuenta de X.
Publicidad
Sobre esta experiencia en Cartagena, la joven señaló que, aunque es amante del turismo y los lugares que ofrece la ciudad, también ha sido testigo de los abusos a los turistas.
“Cada año visito a mi familia de acá de Colombia y aprovecho para visitar Cartagena, esta vez no fue diferente, vinimos con mi novio, mi tía, mi cuñado, mi mamá y mi hermana, siempre he sido muy fan de los colores que tienen las playas de las islas del Rosario, las calles de la ciudad amurallada, pero también he sido testigo de las múltiples veces donde intentan aprovecharse del turista, te cobran más, incluso para cotizar algo intento siempre utilizar el acento colombiano para que no me cobren el triple, y es triste porque la misma gente que vive del turismo es la que de alguna manera está acabando con el mismo”, describió.
Publicidad