Tarifas de energía le ponen precio al amor en el Caribe: cobran cuota extra por usar aire en moteles

Las alzas en las tarifas de energía han aumentado hasta el precio del amor entre los barranquilleros, que antes de disfrutar unas horas en un motel deben decidir si pagan hasta un 25% más de lo acostumbrado por una habitación con aire acondicionado o si ponen a prueba su pasión ante un simple ventilador.

Y es que, a pesar de las calientes temperaturas, el servicio con abanicos es el que más se está ofreciendo hoy entre los moteles y residencias, por los altos costos de la energía que se ven reflejados en los precios de las habitaciones.

Por ejemplo, en un motel en estrato medio de Barranquilla, el valor de una habitación con aire acondicionado oscila entre 25.000 y 30.000 la hora, mientras que el servicio con abanico cuesta entre 17.000 a 20.000 pesos la hora.

En otras residencias quizá más lujosas, la hora en una habitación con aire acondicionado puede costar hasta 60.000 pesos, pero con abanico el costo del servicio se reduce a la mitad.

Los dueños de estos negocios dicen que han reajustado levemente el valor de los servicios con aire acondicionado para no enfriar la pasión ni ahuyentar a la clientela, pero aún así esto no compensa el costo que deben asumir por la tarifa de energía, lo que ha llevado al quiebre a varios establecimientos.

“Nos ha tocado cambiar hacia el servicio con abanicos, pero aquí la temperatura es de 30 a 35 grados y una sensación térmica mayor de 40 grados, entonces es bastante incómodo prestar un servicio así”, indica Emilio Rodríguez, representante de la Asociación de Residencias y Moteles del Atlántico (Asoremo).

"Y el margen de utilidad que da prestar un servicio con aire acondicionado es muy reducido y pues muchos establecimientos se están viendo obligados a cerrar sus negocios", indicó.

A un motel que pagaba entre 6 y 7 millones de pesos por el servicio de energía, ahora el recibo le llega por encima de los 10 millones de pesos, un valor incluso superior al que pagan en arriendo o nómina de empleados, lo que para los dueños “es imposible sostener un negocio así”.

A partir de las estadísticas de la Cámara de Comercio, Asoremo indica que de los 400 establecimientos entre moteles y residencias que hay en el área metropolitana de Barranquilla, entre un 10% y 15% ha quebrado, entre otras, por situaciones como estas.