En Sucre no todos están contentos con la entrega que este miércoles realizará el presidente Gustavo Petro de más de 1.000 hectáreas de las haciendas Simba y Potosí, las cuales estaban arrendadas a particulares que solo el pasado viernes fueron notificados de que debían retirarse de los predios, ante una terminación abrupta, por parte de la SAE , del contrato de arrendamiento.
Unos de los afectados son los propietarios de la comercializadora y distribuidora Támara, quienes, incluso, enviaron recientemente una carta titulada “derecho de súplica” al presidente de la República, en la que le piden un espacio para conversar sobre lo sucedido o un plazo de mínimo tres meses para retirarse del sitio.
Y es que la mudanza de esta empresa no es sencilla: tienen más de 33 hectáreas de tierra recientemente cultivadas con palma de aceite, 100 hectáreas de cultivos de maderables y más de 2.000 búfalos, siendo que la sola movida de estos últimos costaría más de $100 millones de pesos.
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El suceso tiene desesperada a Norma Giraldo, quien tomó la vocería de la empresa para pedir una revisión o negociación de las inversiones que han hecho en esta finca de casi 800 hectáreas durante los últimos años.
"Es una falta de respeto que de la noche a la mañana lleguen y nos vayan a sacar así, sin sentarse a negociar, sin sentarse a ver qué vamos a hacer con toda una compañía, con todo un proyecto que ellos mismos nos exigieron", manifestó.
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Desde la Sociedad de Activos Especiales y la Agencia Nacional de Tierras señalaron a Blu Radio que la culminación del contrato no será revertida, pues las tierras serán entregadas a campesinos e indígenas de Palmitos, Sucre , a partir de este miércoles.