La psicóloga Lucely Solera vive una pesadilla desde el pasado 18 de octubre, cuando se sorprendió al ver una foto suya convertida en contenido viral, en el que la señalaban como una supuesta ladrona de niños que hacía de las suyas en el suroriente de Barranquilla.
La información fue un baldado de agua fría que la llevó a recibir una ola de mensajes a su celular y a sus cuentas de redes sociales en los que la amenazaban y hasta la acusaban de pertenecer a una secta satánica. El mensaje, que ella solo se atrevió a leer una vez, ya había sido visto por miles de personas entre los barrios La Luz y Rebolo, en los que suele trabajar para realizar acompañamiento a familias y comunidades. Desde entonces no ha podido regresar.
"Se hace pasar como funcionaria del ICBF y pide información de tus hijos", asegura el mensaje difundido entre diferentes APP. "Ya hay un caso de un niño de La Luz (desaparecido) por estas funcionarias", indica en el final del mismo. La tormenta generada por esta noticia falsa obligó al instituto a realizar un comunidad para aclarar que ella sí es funcionaria y que se encarga de trabajar con las comunidades. Que de ninguna manera ha participado en algún caso de rapto.
"Desde la institución me han ayudado mucho y me dieron unos días para no trabajar, mientras se calmaba todo, pero yo sigo recibiendo mensajes. Incluso me van a reubicar. La gente no se imagina el daño que hace", advierte la mujer, para quien su trabajo constituye su principal fuente de ingreso.
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Ante este panorama, Lucely ha enviado mensajes a través de varias páginas de Facebook e Instagram para pedir que hagan caso omiso a dicha información. Que ella no es ladrona de niños y que, al contrario, trabaja para ellos. Sin embargo, está envuelta en el temor de que alguien tome alguna represalia contra ella mientras desarrolle su trabajo de campo.