Las cartas extorsivas que empezaron a recibir hace unas semanas los trabajadores de laempresa Transportes Lolaya, se convirtieron con el paso de los días en llamadas intimidantes y hasta en mensajes amenazantes a los teléfonos personales de las directivas, a quienes les tocó cerrar las operaciones para este 21 de agosto que tras una supuesta declaratoria de objetivo militar.
Si bien no tienen claro de dónde provienen los mensajes extorsionistas, estos coinciden en ser firmados porsupuestos miembros del Clan del Golfo , quienes piden hasta $50 millones de pesos mensuales a cambio de no realizar ningún tipo de atentado.
Esto, para el directivo Francisco Pupo, representa una lamentable situación, pues el sector transporte arrastra deudas desde la pandemia por COVID-19 que aún no ha sido superadas, lo que tiene en vilo la continuidad laboral para cientos de conductores quienes quedan sin el ingreso diario.
"Estamos entre la espada y la pared. Dicen que nos van a matar, atentan contra los buses, amenazan a los conductores. Es una jungla, persecución total contra la empresa. Ayer fue el colmo, teníamos a nuestra cajera hasta las 9 de la noche en la oficina y tuvimos que mandar al Gaula por ella porque pasaban varias personas en moto y le decían asómate que apenas salga te matamos", contó Pupo.
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La situación se tornó aún más preocupante cuando en horas de la noche recibieron un mensaje en el que les advertían que ya tenían la dirección de la casa de todos y que la empresa ya era hora que se "vistiera de luto", pues los declaraban objetivo militar, lo que precipitó la suspensión de operaciones.
"El llamado que hago a las autoridades es que miren de qué forma se puede mejorar esto. La Policía de Barranquilla conoce a los extorsionistas. Yo creo q el presidente tendrá que hacer una reestructuración. Es evidente que la Policía los conoce, sabe quiénes son y no hacen nada", dijo el empresario en medio del dolor por la situación.
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