En nombre de la Asociación de Personeros de Ciudades Capitales en el país, el personero de Barranquilla, Miguel Ángel Álzate, condenó el ataque criminal del que fue víctima Óscar Alejandro García, personero de Tuluá, Valle, en momentos en los que se desplazaba en zona rural del municipio el pasado viernes.
De acuerdo con un reciente pronunciamiento de Álzate, todo parece indicar que García venía recibiendo amenazas desde hace tiempo atrás; sin embargo, nunca se le habría prestado el apoyo institucional necesario para garantizar su seguridad, por lo que no se descarta que el atentado guarde relación con las intimidaciones de las que era víctima.
Así, el personero pidió celeridad en los trámites para que todos los funcionarios del país cuenten con esquemas de seguridad “confiables” que faciliten sus gestiones en territorio, pues algunos, según dijo Alzate, ni siquiera podrían desplazarse barrio a barrio porque no cuentan con seguridad “para cumplir con su labor”.
Según se conoció, el escolta del personero de Tuluá, alcanzó a reaccionar y, en medio de la defensa al funcionario, se generó un intercambio de disparos que aprovecharon los sicarios para darse a la huida con rumbo desconocido.
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No obstante, horas después del hecho criminal , García solicitó de manera inmediata garantías para proteger su vida, en medio de las amenazas que ha venido recibiendo en su contra. Aseguró, además, que no se ha implementado un esquema robusto de seguridad por parte de las autoridades competentes.
"Quiero denunciar que no he tenido acompañamiento de la Policía Nacional, estoy desprotegido. Por tanto, hago responsables a las autoridades policiales por cualquier situación que me pueda suceder, ya que no he recibido el apoyo necesario en este lamentable caso. Solicito al Gobierno departamental velar por mi seguridad porque me siento desprotegido y solo", manifestó.
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Así mismo, a través de un comunicado, el funcionario denunció que la Policía Municipal desarmó a su escolta, asignado por la Unidad Nacional de Protección, además de negarse a trasladar al funcionario a un lugar seguro. Debido a estos hechos, la Alcaldía de Tuluá convocó a un consejo extraordinario de seguridad para tomar decisiones en las próximas horas.