Afectaciones en el cerebro y fractura en una de sus piernas sufrió Óscar Emilio Hernández Beltrán, un niño de 14 años al que le cayeron encima las paredes y el techo de su casa mientras dormía en plena madrugada.
Todo apunta a que la vivienda se empezó a resquebrajar desde la noche del lunes por esos fuertes vientos de hasta 70 km/h que azotaron al Atlántico; sin embargo, en ese momento nadie pudo notar las grietas ni advertir el peligro, porque los múltiples daños en las redes eléctricas también los habían dejado a oscuras en este sector del sur de Barranquilla.
Los vientos cesaron y todos se fueron a dormir pensando que lo peor ya había pasado, sin sospechar que a las 3 de la madrugada un estruendo los despertaría y todos quedarían atrapados bajo los escombros de su propia casa.
"Eso parecía un terremoto cuando comenzó. Mi mamá, mis sobrinos, todos quedaron debajo de los escombros hasta que los vecinos nos ayudaron a salir. Hay cuatro heridos: dos adultos mayores y dos menores de edad. El menor, de 14 años, es el que está más delicado", contó Nelsy Beltrán, una de las habitantes que sobrevivió de milagro.
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El menor Óscar Emilio, estudiante de séptimo grado, fue sometido a una cirugía para tratarle la fractura que sufrió en el fémur derecho y permanece hospitalizado en el Camino Adelita de Char.
Vale anotar que en el municipio de Soledad también se registran dos personas heridas con lesiones en la cabeza, quienes se encuentran fuera de peligro tras haber sido atendidas en diferentes centros médicos.
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