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Mujer sobrevivió 10 horas en altamar tras naufragio en San Andrés; flotó con un bolso

La lancha zozobró con 20 personas a bordo, en su mayoría migrantes de diferentes nacionalidades como esta venezolana, de 29 años. Esta historia de supervivencia generó impresiones por el duro relato.

San Andrés.
San Andrés
Foto: Blu radio.

Sola, únicamente acompañada de un bolso al que se aferró a falta de un salvavidas, Yennys Reymar Guevara Rodríguez logró mantenerse a flote en el mar durante casi 10 horas, a merced de las agitadas olas del archipiélago de San Andrés que la mantuvieron a la deriva, cuando la embarcación en la que migraba naufragó en la mitad de la noche el pasado lunes 8 de julio, cuando zarpó para embarcarse a una ruta ilegal que conecta esta isla con Nicaragua.

La lancha zozobró con 20 personas a bordo, en su mayoría migrantes de diferentes nacionalidades como esta venezolana, de 29 años, a la que milagrosamente consiguieron rescatar con vida la mañana del martes 9 de julio, cuando las olas ya estaban a punto de sacarla del área marítima colombiana y las autoridades empezaban a descartar la posibilidad de que aún quedara un sobreviviente en el mar.

Yennys estuvo trabajando como secretaria en un consultorio jurídico de Ecuador hasta que decidió seguir el mismo camino que un día emprendieron sus familiares para llegar a Estados Unidos, sin sospechar que ella no contaría con la misma suerte y que pronto vería sus expectativas ahogadas en el mar.

Eligió el camino más largo, tortuoso y costoso. Cruzó por tierra la frontera entre Colombia y Ecuador, llegó a Pasto y de ahí voló hasta Bogotá. En la capital del país tomó otro vuelo hasta el archipiélago de San Andrés, donde un supuesto guía le prometió embarcarla en una lancha rápida hasta una isla de Nicaragua a cambio de 1.200 dólares.

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El embarque no fue inmediato. El huracán Beryl y el paso posterior de una onda tropical agitaron las aguas y pospusieron los planes durante cuatro días. Sabían que el viaje no estaba autorizado, así que los constantes patrullajes de la Armada también los aguantaba. Pero no por mucho tiempo.

Contra viento y marea, la embarcación zarpó la noche del lunes 8 de julio. Para ese momento, Yennys sentía que el viaje no llegaría a buen puerto, pero asumió el riesgo.

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Recuerda que a escasos 45 minutos de recorrido, el capitán de la embarcación decidió regresar a tierra, pero apenas había intentado girar cuando, en cuestión de segundos, la marea hundió la lancha.

El llamado de auxilio lo hizo uno de los migrantes al que antes de zarpar se le ocurrió guardar su celular en un protector de plástico y colgarlo en su cuello. Y le resultó: su teléfono funcionó en medio de la nada y alcanzó a avisarle a un familiar que la lancha se había hundido.

En las siguientes horas del naufragio, 15 migrantes fueron rescatados con vida, uno más fue hallado muerto y otros cuatro aún se encuentran desaparecidos.

El plan de todos ellos era arribar a playa Coral, en una paradisíaca isla de Nicaragua. De allí, según les prometieron, tomarían un ferry hasta el centro de ese país, para continuar su camino hacia Estados Unidos.

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