La venta de la empresa de fertilizantes Monómeros no necesitará solo de la firma del gobierno venezolano y de su eventual comprador, sino que también deberá cumplir con la normatividad colombiana que establece varios controles al respecto, al menos así lo ratificó este 21 de enero la Superintendencia de Sociedades.
La confirmación de que se mantiene en pie el máximo grado de supervisión, denominado "control", fue resuelto a partir del trámite de los recursos de reposición y apelación que presentaron las directivas de la compañía Monómeros , ubicada en Barranquilla, a la medida anunciada el pasado 16 de noviembre.
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"La decisión se adoptó con fin preventivo, a efectos de preservar la empresa como unidad productiva y fuente generadora de empleo, ante la situación financiera que presenta oportunidades de mejora en cuanto a sus fuentes de financiación, disminución de ingresos, flujo de caja, entre otros", indicó la Superintendencia a través de un comunicado de prensa.
Esto, según explicó en el pasado Billy Escobar, jefe de la entidad, no implica una toma de posesión de la compañía ni tampoco una limitación en la autonomía de la misma. Sin embargo, en caso de que ejecute la venta de las acciones de la empresa, no se podría proceder con la venta de la totalidad de las acciones, debido a que primero tendrían que responder sobre lo que sucederá con sus 1.500 trabajadores y, además, debe ponerse al corriente con el pago de más de un billón de pesos en acreencias.
La respuesta a este recurso además se da en medio de la tensión generada por los supuestos avances en la negociación entre Jorge Luis Pacheco, CEO de Nitrofert, y Álex Saab, ministro de Industrias de Venezuela.
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