Caos y desesperación vivieron habitantes del barrio La Bendición de Dios, en el suroriente de Barranquilla, luego de que al mediodía de este lunes el fuego que empezó a arder en una humilde casa de madera, avivado por el viento que sopla por esta época en la ciudad, rápidamente se expandió hacia las otras casas aledañas, también fabricadas en madera, con techos de plástico.
En total fueron entre 20 y 25 viviendas las que ardieron en el fuego. Desesperada, la comunidad corrió en todas las direcciones gritando por agua para apagar la candela.
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En medio de la emergencia no hubo quemados, pero sí un joven que resultó con golpes en todo su cuerpo al caer de un techo desde el que tiraba agua a fuego para ayudar a sus vecinos a sofocarlo. El joven debió ser llevado a un centro asistencial.
“Estos fue traumático porque los niños salían corriendo, llorando, los adultos también. Todos buscaban sacar lo que podían, lo demás se quemó. Perdieron todo, había personas de la tercera edad que también perdieron todo. Personas también que tienen problemas mentales, fue muy caótico”, dijo Leudalis Arias, habitante de sector indica que fue poco lo que pudieron rescatar los afectados.
Martha Cecilia Palacios, propietaria de una pequeña tienda en el sector, fue una de las que perdió todo. Con ayuda de sus vecinos la mujer fue poco lo que pudo rescatar de su negocio antes de que el fuego lo redujera a cenizas.
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Una impotencia que uno siente. Todo fue rápido, de un momento a otro se prendieron las casas, la gente corrió a recoger algunas cosas porque el fuego se propagó rápido ya que los techos son de plásticos. En mi caso no pude sacar casi nada de la tienda, lo poco que no perdí fue por la ayuda de mis vecinos, porque yo estaba sola”, dijo la mujer.
Cinco máquinas de cuerpo de bomberos fueron necesarias para poder sofocar el fuego y evitar que siguiera consumiendo el barrio que en gran parte está construido con casas de madera.
Nelson Patrón, secretario de gobierno del Distrito, señala que están realizando el censo para determinar el número de familias afectadas y empezar a entregar las ayudas.
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Por el momento los afectados debieron pasar la noche en casas de familiares y vecinos, pues sus viviendas quedaron reducidas a cenizas por el fuego.