Una controversia se ha suscitado en el interior de la Universidad del Magdalena , en Santa Marta, porque líderes sindicales y defensores de DD.HH. aseguran que esta institución educativa sí fue infiltrada por los paramilitares entre 1998 y 2002, mientras otro grupo de investigadores sostiene que dicha incursión nunca se dio en esta institución.
En medio de estas dos posturas, Armando Restrepo, líder sindical del Sindicato de Trabajadores y Empleados Universitarios de Colombia (Sintraunicol), sostiene que, por su experiencia en la época y las investigaciones adelantadas, puede asegurar que “estudiantes y profesores de la Universidad del Magdalena sí sufrieron persecución y asesinatos perpetrados por los paramilitares, y ahora mi propia organización lo desconoce y prácticamente dice que no ocurrió”.
“La Unidad de Protección ha decidido quitarme mi esquema de seguridad y dejarme desprotegido, poniendo en riesgo mi vida luego de todas las denuncias que he realizado y las investigaciones que continúo adelantando sobre este tema”, puntualizó Restrepo, luego de que Sintraunicol negara dichos casos de violencia paramilitar en la universidad.
El líder sindical pidió, enfáticamente, protección para su vida: “Como defensor de DD.HH., activista y líder sindical, denuncié penalmente a la Junta Directiva de Sintraunicol Universidad del Magdalena, por persecución y presunto plan para asesinarme. Le digo a la Fiscalía que no se repita la historia del 2000, cuando asesinaron al estudiante Hugo Maduro”, recordó.
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Recordemos que varios casos continúan en la impunidad. Durante 1998-2002 se dieron la desaparición de la estudiante Lesbia Polo en 1998, el homicidio del estudiante Hugo Maduro Rodríguez en 2000, el homicidio del profesor Julio Otero Muñoz en 2001 y el homicidio del decano Roque Morelli Zárate en 2002. Además de los desplazamientos de estudiantes y sindicalistas por amenazas y atentados, quienes, según Restrepo, “fuimos declarados objetivo militar por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)”.