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Junto a sus padres y hermana, sepultaron al joven Santiago, víctima de masacre en Aguachica

El cuerpo de Santiago tuvo que ser trasladado a Medicina Legal de Bucaramanga para la realización de la necropsia.

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Entierro de víctima de ataque armado en Aguachica, Cesar.
Foto: Giovanny Bustamante.

En el Cementerio Central de Aguachica fue sepultado Santiago Lora Rincón, la cuarta víctima mortal de la masacre en Aguachica (Cesar), donde también fueron asesinados sus padres, los pastores Marlon y Yurlay, así como su hermana Ángela.

Acompañado de decenas de amigos, vecinos y miembros de la Iglesia Príncipe de Paz Central, llegó hasta su última morada el joven, quien tras ser baleado por sicarios en moto el pasado 29 de diciembre, luchó por su vida hasta el 31 de ese mes, cuando se produjo su deceso.

Un solo dolor envolvió a la comunidad que, en medio del llanto, canciones y flores, despidió al joven cuyo cuerpo yace junto a los suyos en las bóvedas de la 65 a la 68 de la última torre en el camposanto.

En medio del desconsuelo, el pastor Giovanny Bustamante envió un mensaje a la comunidad para aceptar esta pérdida y seguir con fe: “Tenemos que seguir adelante; la palabra del Señor es clara en que está con nosotros en los peores momentos. Podemos ser derribados, pero no destruidos”, dijo mientras caminaba en el sepelio.

El cuerpo de Santiago tuvo que ser trasladado a Medicina Legal de Bucaramanga para la realización de la necropsia.

Y aunque el sepelio de sus padres y hermana fue postergado para unificar las exequias, no fue posible adelantar una misma ceremonia este 2 de enero, debido a retrasos en la realización de este procedimiento.

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El pastor Bustamante, amigo de la familia asesinada, reconoció que hay miedo en muchos habitantes de la población: "Es muy triste todo esto. Todo el país lo ha recibido con mucho dolor y consternación. Hay mucha gente asustada porque hay incertidumbre; es la primera vez que ocurre algo así”, añadió.

Se conocen más detalles

Desde la Policía Nacional, el general William Salamanca confirmó que un policía estaba en una frutería contigua al restaurante donde se perpetró la masacre, pero que su presencia allí fue coincidencial. Precisó que el uniformado no tenía nada que ver con los hechos. Sin embargo, están en investigación las circunstancias en torno a su actuación durante el momento.

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Por lo pronto, también es motivo de investigación la reacción que tuvo la Policía ante el crimen para perseguir a los delincuentes, teniendo en cuenta que cerca de donde se dieron los hechos hay una estación de Policía.

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