Como una “coartada criminal apocalíptica” calificó el fiscal primero Seccional de Montería el plan que presuntamente montó Cristian Petro y Juan Soto para acaban con la vida del ganadero Esteban Urueta y sus dos empleados Gerardo Marzola Coronado y Fredy Beleño Acosta.
Durante la audiencia de imputación de cargos, el fiscal indicó que Cristian y Juan habrían internado en un lugar solitario y rodeado de espesa vegetación al ganadero y sus trabajadores con la excusa de ubicar un ganado que estaba pastando, a fin de realizar un inventarito.
Fue en ese sitio, en zona rural del municipio de Chimá, Córdoba, donde, a las víctimas las desnucaron con un certero golpe en el cuello, le disparan a una de ellas, les prendieron fuego y lanzaron a una fosa que habían cavado con anticipación.
“Toman el control de sus víctimas, los asesinan con elemento contundente y arma de fuego de defensa personal, posteriormente son incinerados bajo ese árbol frondoso, lugar perfecto para empoderar su empresa criminal y saciar su sed de odio hacia estas personas”, relató el fiscal.
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La investigación indica Gerardo Marzola y Fredy Beleño quedaron solos con Cristian y su cómplice, porque Esteban debió regresar a Montería para cumplir con unos compromisos familiares y laborales.
Según relata el fiscal, el primero en ser asesinado fue Gerardo, luego Fredy a quién además de golpes le dispararon en la cabeza y en el pecho. Finalmente, unas cuatro horas después, cuando Estaban Urueta regresó con almuerzo para todos, es conducido hasta el sitio donde está la hoguera y allí lo asesinan de varios goles y lanzan a la fosa donde yacían los otros dos cuerpos.
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El fiscal indicó que los procesados se llevaron celulares y elementos personales, mientras que la camioneta del ganadero la dejaron abandonada en Sahagún, para despistar.
Tras ser imputados por la Fiscalía y pese a que fueron quienes ayudaron a las autoridades a ubicar el sitio donde estaban los cuerpos, Cristian y Juan se declararon inocentes: “Soy inocente, no acepto ninguno de los cargos mencionados”, dijeron Cristian y Juan en la diligencia.
El escabroso crimen habría sido motivado por el robo de 700 cabezas de ganado que eran propiedad de Esteban Urueta, caso por el cual la audiencia de medida de aseguramiento quedó aplazada para el 30 de octubre a las 10 de la mañana.