Una verdadera noche de terror vivieron los habitantes de la vereda La Pava, zona rural del municipio de Mahates , en el departamento de Bolívar, cuando un grupo de seis hombres armados, que se identificaron como integrantes de las Farc , ingresaron a cuatro viviendas e intimidaron y amenazaron a las familias. Además, ejercieron violencia sexual sobre las mujeres e incluso robaron dinero y celulares.
Según el relato de las víctimas, fueron más dos horas de terror, entre las 8:00 y las 10:30 de la noche del pasado 25 de julio, en la que estos hombres fueron recorriendo una a una las viviendas y dejando su estela de horror. Dos mujeres, una de 31 años y una menor de 16 años, fueron abusadas sexualmente en sus propias viviendas.
“Ellos entraron a la primera casa donde vivía una pareja que tenía menos de 15 días de estar viviendo aquí en la vereda. Los acorralan y les dicen que saquen las armas y los empiezan a intimidar por más de una hora. Luego los obligan a que vayan a tocar a donde el vecino de al lado y este sale y ellos entran a la casa y empiezan a preguntarle nuevamente que dónde están las armas y la plata, y que ellos tienen información que son informantes de la Policía. Luego preguntan que donde venden gasolina y empiezan a tocar esa vivienda, pero ellos no abren la puerta. Finalmente, llegan hasta la casa de mi mamá, donde estaban mi papá, mis dos hermanos y mi hermana de 16 años”, relató en diálogo con Blu radio, una familiar de la menor agredida.
Los hombres, que de acuerdo a la denuncia portaban pistolas y escopetas, al ingresar a esta ultima vivienda separaron a los hombres de las mujeres y les tomaron fotografías a cada una de sus víctimas.
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“En el cuarto donde duermen mis dos hermanos, ahí encierran a todos y empiezan a llamar a uno por uno por cédula. A los hombres empezaron a tomarles fotos y se llevaron una foto de cada una de las víctimas que fueron agredidas esa noche. Luego cuando sacan a los hombres, dejan a mi mamá y a mi hermana, y en ese momento la sacan del cuarto y le dicen a mi mamá que la van a llevar a donde están mis hermanos, pero ellos lo que hacen es llevarla hasta la parte de atrás de la casa y abusar de ella”, contó la mujer, al tiempo que reveló que, tras marcharse del lugar, estos hombres les dijeron que solo podían salir de la casa pasada las 12:00 de la medianoche.
Las mujeres agredidas fueron trasladadas hasta el Hospital de Malagana, en donde se activó una ruta de atención por parte de la Comisaría de Familia y la Policía de Bolívar.
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Por su parte, el coronel Alejandro Reyes, comandante de la Policía de Bolívar , explicó que una vez recibieron el reporte de las familias las patrullas de vigilancia se dirigieron hasta el lugar y designó un grupo especial para investigar.
“Inmediatamente después de recibir el llamado de la ciudadanía, las patrullas de vigilancia se dirigieron al lugar, en compañía de la Policía judicial e inteligencia e infancia y adolescencia, el comando de la Policía de Bolívar designó un grupo especializado de investigadores bajo el liderazgo de la Fiscalía General de la Nación, para adelantar las investigaciones correspondientes, y así judicializar a los responsables”, sostuvo.
Entretanto, el alcalde de Mahates, Agustín Palomino, rechazó los hechos y anunció que fue convocado un consejo de seguridad este lunes 29 de julio con autoridades departamentales y policiales.
“Esto nos tiene totalmente consternados en la comunidad. Hemos estado en constante comunicación con las familias, activando los protocolos correspondientes para las víctimas directas e indirectas de esta incursión desafortunada por parte de estas personas, hemos convocado un consejo de seguridad para hacer las intervenciones a que haya lugar”, detalló.
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En medio de la angustia y el drama que viven estas familias, líderes de la zona cuestionaron que solo cuatro días después de los hechos fue convocado un consejo de seguridad y hasta el momento no se haya presentando pronunciamiento por parte de la Gobernación de Bolívar.
“Son comunidades completamente olvidadas, la gente tiene miedo, tiene mucho temor, no es la primera vez que pasan cosas tan terribles en esta vereda, donde no hay ni siquiera alumbrado público. No es justo que esto pase en las narices de todos, y nadie diga nada ni haga nada a estas alturas, aquí a unos cuantos kilómetros hay un batallón militar”, señaló un líder de la zona que prefirió mantener su nombre bajo reserva.