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Hinchas del Junior reclaman por dinero que dieron en 2017 para carnetizar a barras bravas

Hinchas de Junior y Nacional habían sido reconocidos por la FIFA por su solidaridad.

Riña entre hinchas del Junior y Nacional.
Riña entre hinchas del Junior y Nacional.
Suministrada.

Acabó la tregua que durante los últimos años había mantenido la paz entre los hinchas de Junior y Nacional , quienes incluso habían sido reconocidos por la Fifa en 2020 por el apoyo mutuo que se brindaron durante la pandemia, cuando los aficionados olvidaron su eterna rivalidad y hasta intercambiaron alimentos en medio de la emergencia sanitaria.

Entre los aficionados de Junior y Nacional se habían pactado acuerdos y códigos para respetarse mutuamente, tanto que los barristas del cuadro ‘Tiburón’ alcanzaron a ser nominados a mejor hincha de la Fifa, pero todos esos esfuerzos los tiraron por la borda en el estadio Atanasio Girardot.

La reciente batalla campal en Medellín revive el interrogante sobre qué pasó con la plata que se empezó a recoger entre los barristas en 2017 para supuestamente darles carnet a cada uno e implementar identificación biométrica y cámaras de reconocimiento facial en los estadios de Colombia.

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Gabriel Vallejo, quien hasta hace dos años fue presidente de la barra Frente Rojiblanco Sur, asegura que unos 140.000 barristas de toda Colombia hicieron sus aportes. Recuerda que en el caso de los junioristas pagaron 17.000 pesos cada uno, pero siete años después el enrolamiento nunca se dio y la violencia sigue reinando en los escenarios deportivos.

"Yo aproximo que unas 2.000 personas pagaron acá en Barranquilla (...) eso se pagaba por medio de los clubes y los clubes le tenían que dar el dinero a la Dimayor, para que ellos trabajan con el programa, pero hoy en día nadie sabe para dónde cogió esa plata", afirmó Vallejo.

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Vallejo asegura que ese enrolamiento es clave para frenar la violencia en el fútbol colombiano, pues para nadie es un secreto que entre los barristas se camuflan pandilleros o personas con antecedentes judiciales que dejarían de asistir a los estadios si en estos hubiese identificación biométrica o cámaras que los dejen en evidencia.

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