Gobierno nacional deberá agilizar trámites policiales para que se ejecute extradición de Jaime Saade

Este viernes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil anunció lo que desde hace más de 25 años estaba esperando la familia de Nancy Mestre: el vecino país autorizó la extradición de Jaime Saade a Colombia en un plazo no mayor a los 60 días.

Es por ello que, desde este fin de semana, la defensa de la familia pidió celeridad para culminar lo antes posible el papeleo que, para este caso, se convertiría en el boleto de salida de Jaime Saade desde Brasil hacia territorio colombiano.

Así lo explicó Raúl Romero Del Río, abogado de la familia de Nancy Mestre, quien indicó que "lo que se esperaría son trámites administrativos entre autoridades policiales para ver de qué manera se materializa el traslado del señor Jaime Saade Cormane a nuestro país, esperando que eso se dé de la manera más expedita".

Por su parte, el abogado de las víctimas agradeció al sistema judicial colombiano por garantizar la extradición de Saade Cormane, al confirmar que se cumplirán las condiciones que pidió el Supremo Tribunal de Brasil. "Nuevamente agradecer al Gobierno de la vida, haciendo honor a la vida y qué más que esto, que se lograría la extradición de Jaime Saade a Colombia".

La noticia llega después de inesperados movimientos que había tenido el proceso, toda vez de que el abogado de la familia Mestre había advertido que Saade Cormane podía quedar en libertad si no se cumplían “de manera inmediata” unas “garantías y condiciones” solicitadas por el Supremo Tribunal de Brasil para su extradición.

Sin embargo, un día después, es decir, el martes 27 de febrero el Juzgado Primero de Ejecución de Penas y Medidas de Barranquilla, a cargo de la togada Claribel Onisa Fernández Castellón, ratificó el compromiso de la justicia local para que se diera la extradición desde Brasil de Jaime Saade Cormane, el hombre condenado por el asesinato de la joven Nancy Mestre en 1994.

Vale la pena recordar que Saade Cormane está condenado a 24 años de prisión, de los que se le deberá descontar el tiempo que lleva detenido en Brasil a la espera que de se ejecute su extradición a nuestro país.