Desde vehículos particulares y motos, hasta taxis y buses de servicio público quedaron atrapados en los caudalosos arroyos que se formaron hacia el mediodía de este jueves en Barranquilla , durante la intensas lluvias que por más de dos horas bañaroñ esta ciudad y municipios aledaños.
Una de las emergencias se registró en el barrio Los Andes, suroccidente de la ciudad, donde un automóvil y un taxi que se encontraban parqueados sobre la vía fueron arrastrados por una corriente. Los vehículos sólo pudieron ser rescatados por una máquina de bomberos; sin embargo, sufrieron destrozos por la fuerza del arroyo que los empujó hacia un muro de contención.
En el norte de Barranquilla una fila de ocho vehículos, entre esos dos buses y un camión, también se vio en aprietos al quedar dentro del arroyo de la carrera 50, a la altura de la calle 85. Cerca de esta zona, en la carrera 49C con 80, un árbol cayó sobre un furgón provocando daños materiales.
Las fuertes brisas también derribaron árboles en el barrio Boston y en el sur de Barranquilla, a la altura de la carrera 8.
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Otros de los afectados por las lluvias de este jueves fueron los vendedores ambulantes del centro, quienes lucharon bajo el aguacero para evitar que los arroyos se llevaran sus carretillas cargadas de frutas y verduras. Después de varios minutos caminando contra la corriente, los comerciantes lograron poner a salvo sus mercancías.
Inundaciones en Galapa
Mientras tanto, con el agua hasta las rodillas quedaron los habitantes de unos siete sectores del municipio de Galapa, donde las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de arroyos que, a su vez, inundaron decenas de viviendas.
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Las afectaciones se concentran principalmente en barrios como El Libertador, Villa Virginia, La Loma Azul, San Roque, El Carmen, Los Carruajes, Villa Olímpica y otros sectores donde, además, preocupa el inminente riesgo de deslizamiento en el que se encuentran varias casas.
El alcalde Fabian Bonett, junto a varios miembros de su gabinete, empezó un recorrido por las zonas afectadas para atender a los damnificados y definir medidas sobre las viviendas en riesgo de colapso o inundación.