La fiesta del fútbol de nuevo se vio empañada por la actuación de vándalos en Barranquilla que, una vez más, atacan al equipo visitante. Ahora fue Millonarios con el que Junior igualó la jornada del pasado jueves en el estadio Metropolitano.
La Policía, la alcaldía y los organizadores del partido habían alistado un dispositivo con 750 uniformados y hasta con 130 cámaras de reconocimiento facial para identificar precisamente a los vándalos y sí, esto permitió que el encuentro se desarrollara sin problemas dentro del estadio, pero afuera se dio el lunar de la jornada.
Dice la autoridad que, al finalizar el encuentro, luego de que se dispersaron las barras de los alrededores del estadio, salieron los equipos con acompañamiento permanente por parte de la Policía.
Sin embargo, durante el desplazamiento del equipo Millonarios , una persona inescrupulosa que, al parecer, no hacía parte de algún grupo de hinchas, sino que se encontraba sola, lanzó un objeto contundente, una piedra, contra el bus del equipo capitalino y partió una de las ventanillas.
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La Policía aseguró que, "cuando Millonarios salió de Barranquilla, no se había reportado oficialmente ninguna persona lesionada", pero, al parecer, el arquero Álvaro Montero se vio afectado por la caída de vidrios de la ventana, que lo rozaron, sin revestir mayor gravedad.
Esto ocurre a menos de dos semanas del violento ataque que sufrió un hincha del América de Cali el pasado 27 de octubre afuera del Metro, donde un barrista del Junior lo apuñaló de gravedad, quien ahora fue enviado a la cárcel por tentativa de homicidio.
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Ese mismo domingo otro barrista también golpeó a un grupo de mujeres y el Gobierno lo sancionó prohibiéndole la entrada por cinco años al Metropolitano.
La Policía asegura que, como resultado de los controles realizados antes, durante y después del encuentro, fueron incautadas siete dosis de narcóticos, un arma blanca y cuatro personas fueron sancionadas por mal comportamiento.