Las preguntas rodean sobre un caso que ya está siendo llamado en los pasillos de la Fiscalía del Atlántico como el “robo del siglo” en el que habrían sido hurtados cerca de $15.000 millones en efectivo y más de 20.000 millones de las cuentas virtuales de la empresa española Prosegur, que le maneja los recursos económicos a las más grandes compañías de Barranquilla .
El robo ocurrió en la madrugada del pasado 1 de julio, luego de que cerca de diez hombres que portaban el uniforme de la empresa, redujeran a los vigilantes en turno e ingresaran a las instalaciones sin tener que hacer un solo disparo.
Una situación sospechosa para la jueza del caso, quien cree que la empresa debe dar detalles de su esquema de seguridad el que, presuntamente, quedó completamente expuesto porque se cayó el internet en el sector.
Y es que, según cuenta la juez, estos hombres llegaron dando gritos, mientras se movían en el sitio y daban información que solo maneja personal de la empresa, para finalmente llegar a la puerta de la bodega donde estaba el dinero, la cual abrieron sin ningún tipo de esfuerzo.
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Pero esa es solo una de las tantas anomalías que rodean este caso que supera de lejos el robo realizado en 1994 al Banco Agrario en Valledupar, pues solo uno de los trabajadores en turno asegura que puede reconocer a los responsables del robo.
Que estos tenían acento del interior del país y que antes de entrar habrían dañado cuatro cámaras que dejó sin registro gran parte de lo que sucedió al interior de la bóveda.
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A esto suma la solicitud de incluir que no solo se trató de un robo físico, sino también cibernético , pues la falta de internet en el sector de las oficinas habría dejado en vulneración el sistema que rápidamente fue hackeado y saqueado.
Más datos sorprendentes
Por el hecho solo fueron capturadas cuatro personas, trabajadores de una empresa de telecomunicaciones que a las 2:00 de la mañana estaban trabajando en el sector por el daño que había en el internet, a quienes los delincuentes les habría lanzado una tula con casi $700 millones que ya devolvieron a la fuerza pública para facilitar su libertad.
Así que, por lo pronto, no hay pistas contundentes que conduzcan a la identidad de estos ladrones que en menos de una hora lograron el botín más millonario de la historia, al menos en el país.